YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Bartolomeo Manfredi

Apolo y Marsyas. Bartolomeo Manfredi. Sant Louis Art Museum. St. Louis, Missouri,USA


Bartolomeo Manfredi (Ostiano, bautizado el 25 de agosto de 1582 – Roma, 12 de diciembre de 1622) fue un pintor italiano, miembro destacado de los caravagistas (seguidores de Michelangelo Merisi da Caravaggio) de principios del siglo XVII.
Manfredi nació en Ostiano, cerca de Cremona. Pudo haber sido un alumno de Caravaggio en Roma — en su famoso juicio por libelo en 1603 Caravaggio mencionó que un tal Bartolomeo, acusado de distribuir poemas injuriosos atacando al detestado rival de Caravaggio Baglione, había sido un criado suyo. Ciertamente el Bartolomeo Manfredi conocido por la Historia del Arte era un seguidor muy cercano del innovador estilo de Caravaggio, con su marcado claroscuro y su insistencia en el naturalismo, con un talento para narrar la historia a través de la expresión y el lenguaje corporal.
Caravaggio en su breve carrera — fue lanzado a la fama en 1600, exiliado de Roma en 1606, y muerto para el año — tuvo un profundo efecto en la generación más joven de artistas, particularmente en Roma y Nápoles. Y de estos caravagistas (seguidores de Caravaggio), Manfredi parece haber sido el más influyente a la hora de transmitir el legado de su maestro a la siguiente generación, particularmente con pintores de Francia y los Países Bajos que acudieron a Italia. Desafortunadamente, no quedan obras documentadas y firmadas por Manfredi, y varias de las cuarenta obras que hoy se le atribuyen se creyó antes que eran de Caravaggio. La distinción seria entre Caravaggio y Manfredi ha puesto en evidencia que fue más bien Manfredi, y no su maestro, el principal responsable de la popularización de la pintura de género de los bajos fondos entre la segunda generación de caravagistas.
Manfredi fue un artista con éxito, capaz de mantener a su propio criado antes de alcanzar los treinta años de edad, «un hombre de apariencia distinguida y comportamiento refinado», según su biógrafo Giulio Mancini, aunque escasamente sociable. Construyó su carrera alrededor de pinturas de caballete para clientes privados, pero sus obras fueron ampliamente coleccionadas en el siglo XVII, y era considerado el igual de Caravaggio, o incluso superior. Su Marte regañando a Cupido ofrece una tentadora pista sobre un Caravaggio perdido: el maestro prometió una pintura sobre este tema a Mancini, pero otro de los patrones de Caravaggio, el cardenal Francesco María Del Monte, se lo llevó, y Mancini entonces encargó a Manfredi que le pintara otro para él, que se consideró la mejor obra de Manfredi.
Manfredi murió en Roma en 1622. Gerard Seghers (o Segers; 1589-1651) fue uno de sus alumnos.

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