Sor María de Jesús de Ágreda nació el dos de abril de 1602 en Ágreda (Soria) y murió en el mismo lugar el 24 de mayo de 1665.
La Venerable (como es llamada en Soria) se llamaba en realidad María Coronel y Arana y era hija de una noble familia agredeña Francisco Coronel y Catalina Arana.
Pronto alcanzó notoriedad por su santidad, su inteligencia y misticismo. Sufría verdaderas "muertes místicas" que la hacían permanecer durante varias horas inmóvil e insensible, para seguidamente alcanzar el éxtasis que generalmente iba acompañado de arrobamientos y levitación. Se elevaba con la cara enardecida y adquiriendo una extrema levedad. Si lo anterior causa interés, lo siguiente, cuanto menos, causa asombro. Cuenta la leyenda que tenía la Venerable el don de la bilocación (tal como el Padre Pio de Pietrelcina). De tal modo, fue vista por los indios xumanas de la Baja California. Existe una crónica narrada por un franciscano que se encontraba allí, fray Alonso de Benavides, que cuenta, la vio predicando a los indios, con un vestido azul, es por ello que se la sigue llamando la Dama Azul. Ella misma explicó que quizá Dios puso en su lugar un ángel para hacer realidad su sueño de ser misionera:
"Exteriormente, tampoco puedo percibir cómo iba, o si era llevada, porque como estaba con las suspensiones o éxtasis, no era; aunque alguna vez me parece que veía el mundo, en unas partes ser de noche y en otras de día, en unas serenidad y en otras llover, y el mar y su hermosura; pero todo pudo ser mostrándomelo el Señor; y cómo su luz e inteligencia es tan fecunda, presta y clara, pudo mostrármelo, y conocerlo todo claro. En una ocasión me parece, di a aquellos indios unos rosarios; yo los tenía conmigo y se los repartí, y los rosarios no los vi más. El modo a que yo más me arrimo que más cierto me parece, fue aparecerse un ángel allí en mi figura, y predicarlos, y catequizarlos, y mostrarme acá a mí el Señor lo que pasaba para el efecto de la oración, porque el verme a mí allá los indios fue cierto". Era el año 1622 y tenía 20 años.
Estos fenómenos motivaron las sospechas del santo Oficio que inició un proceso de investigación para dilucidar sus actividades. Salió absuelta y ello fomentó aún más su fama, tanto, que hizo que el rey Felipe IV fuera a conocerla. Fue tal la impresión que causó al monarca que éste le visitó varias veces e iniciaron una relación epistolar que duró hasta su muerte. Su proceso de beatificación iniciado por el Papa Clemente X, en 1765, (fue él quién la declaró Venerable) está en suspenso.
Su obra más importante es Mística Ciudad de Dios. Fue un libro muy popular, y según la Venerable, fue dictado por la Virgen María. Fue escrito dos veces, la primera versión fue quemada por la propia autora a causa de la imposición de un religioso anciano que era decididamente contrario a que las mujeres escribieran sobre temas teológicos, y la segunda versión fue publicada tras su muerte. Con un estilo infantil y barroco, pero con graciosa frescura nos va relatando la vida de la Virgen bajo los ocultos misterios de Dios.
Sor María Jesús de Ágreda es autora de las siguientes obras: Mística Ciudad de Dios, Cartas a Felipe IV, Vida de la Virgen, Escala para subir a la perfección, Ejercicio cotidiano, Ejercicios espirituales y Leyes de la esposa.
La Venerable (como es llamada en Soria) se llamaba en realidad María Coronel y Arana y era hija de una noble familia agredeña Francisco Coronel y Catalina Arana.
Pronto alcanzó notoriedad por su santidad, su inteligencia y misticismo. Sufría verdaderas "muertes místicas" que la hacían permanecer durante varias horas inmóvil e insensible, para seguidamente alcanzar el éxtasis que generalmente iba acompañado de arrobamientos y levitación. Se elevaba con la cara enardecida y adquiriendo una extrema levedad. Si lo anterior causa interés, lo siguiente, cuanto menos, causa asombro. Cuenta la leyenda que tenía la Venerable el don de la bilocación (tal como el Padre Pio de Pietrelcina). De tal modo, fue vista por los indios xumanas de la Baja California. Existe una crónica narrada por un franciscano que se encontraba allí, fray Alonso de Benavides, que cuenta, la vio predicando a los indios, con un vestido azul, es por ello que se la sigue llamando la Dama Azul. Ella misma explicó que quizá Dios puso en su lugar un ángel para hacer realidad su sueño de ser misionera:
"Exteriormente, tampoco puedo percibir cómo iba, o si era llevada, porque como estaba con las suspensiones o éxtasis, no era; aunque alguna vez me parece que veía el mundo, en unas partes ser de noche y en otras de día, en unas serenidad y en otras llover, y el mar y su hermosura; pero todo pudo ser mostrándomelo el Señor; y cómo su luz e inteligencia es tan fecunda, presta y clara, pudo mostrármelo, y conocerlo todo claro. En una ocasión me parece, di a aquellos indios unos rosarios; yo los tenía conmigo y se los repartí, y los rosarios no los vi más. El modo a que yo más me arrimo que más cierto me parece, fue aparecerse un ángel allí en mi figura, y predicarlos, y catequizarlos, y mostrarme acá a mí el Señor lo que pasaba para el efecto de la oración, porque el verme a mí allá los indios fue cierto". Era el año 1622 y tenía 20 años.
Estos fenómenos motivaron las sospechas del santo Oficio que inició un proceso de investigación para dilucidar sus actividades. Salió absuelta y ello fomentó aún más su fama, tanto, que hizo que el rey Felipe IV fuera a conocerla. Fue tal la impresión que causó al monarca que éste le visitó varias veces e iniciaron una relación epistolar que duró hasta su muerte. Su proceso de beatificación iniciado por el Papa Clemente X, en 1765, (fue él quién la declaró Venerable) está en suspenso.
Su obra más importante es Mística Ciudad de Dios. Fue un libro muy popular, y según la Venerable, fue dictado por la Virgen María. Fue escrito dos veces, la primera versión fue quemada por la propia autora a causa de la imposición de un religioso anciano que era decididamente contrario a que las mujeres escribieran sobre temas teológicos, y la segunda versión fue publicada tras su muerte. Con un estilo infantil y barroco, pero con graciosa frescura nos va relatando la vida de la Virgen bajo los ocultos misterios de Dios.
Sor María Jesús de Ágreda es autora de las siguientes obras: Mística Ciudad de Dios, Cartas a Felipe IV, Vida de la Virgen, Escala para subir a la perfección, Ejercicio cotidiano, Ejercicios espirituales y Leyes de la esposa.
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