(Fides) – En el periodo que va desde el 1914 al 1934, el más cruento de la persecución religiosa en México, sacerdotes, laicos, hombres y mujeres animados por un profundo amor hacia la Iglesia y hacia la Virgen María, al grito de “Viva Cristo Rey”, ofrecieron su vida a Jesucristo. La persecución religiosa tuvo como momento culminante los años 1926 al 1929, cuando el entonces Presidente de la República, Plutarco Elias Calles, promulgó una ley sobre cultos que puso en práctica las disposiciones emanadas de la Constitución de 1917. Estas disposiciones, conocidas como “Ley Calles”, regulaban el número de ministros por localidad, prohibían la presencia de sacerdotes extranjeros en el país, limitaban el ejercicio de los actos de culto y, entre otras disposiciones, prohibían seminarios y conventos. Ante estas restricciones y después de frustrantes negociaciones por parte de los obispos mexicanos con las autoridades gubernamentales, en señal de protesta, la Iglesia en México decidió suspender los actos de culto. En la parte occidental de México (en particular en Jalisco, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato y Colima), muchos católicos tomaron las armas para defender la libertad religiosa. Algunos sacerdotes, aunque en número exiguo, se unieron a ellos. La mayor parte optó por una resistencia pacífica. Los estudiosos cuentan sólo veinte sacerdotes entre los que se adhirieron a la lucha armada. También entre los laicos se formaron dos grupos: los que apoyaban la lucha armada y los que optaban por una resistencia pacífica. Entre estos últimos encontramos a Anacleto González Flores, de Guadalajara (Jalisco), que fue encarcelado junto a los hermanos Jorge, Ramón y Florencio Vargas González. Este, antes de ser ajusticiado por el ejército, pidió a Anacleto poder confesarse, pero le fue respondido: “No, hermano, no es ahora el momento de confesarse, sino de pedir perdón y perdonar. Es un Padre, no un juez, el que te espera. Tu misma sangre te purificará”.La lista de los cristianos que ofrecieron su propia vida a Cristo es amplia y muchos son anónimos. Entre todos resaltan 22 sacerdotes diocesanos y tres jóvenes laicos que serán canonizados el 21 de mayo próximo. El primero de estos mártires es el párroco Cristóbal Magallanes. Un caso aparte, pero del mismo periodo, es el del sacerdote jesuita Miguel Agustín Pro Juárez. Hecho prisionero después de un atentado contra el general Álvaro Obregón, sucedido el 13 de noviembre de 1927, el sacerdote fue fusilado en la Comisaría de Policía. Su nombre está ahora en el elenco de los beatos.En el año 1929, después de las negociaciones entre el entonces presidente de México, Emilio Portes Gil, y los obispos Leopoldo Ruiz y Florez y Pascual Díaz, con la mediación del embajador de los Estados Unidos, Dwight D. Morrow, se estableció un acuerdo de paz que comportaba la no aplicación de las disposiciones legales emanadas bajo el régimen de Plutarco Elías Calles, aunque no fueron abrogadas.Cuando los combatientes aceptaron deponer las armas, ante la reanudación de las actividades de culto, terminó la así llamada “guerra de Cristo” Sin embargo, diversos “cristeros”, apenas desarmados, fueron asesinados por las autoridades locales. En algunas regiones del país continuó la persecución contra los católicos, como en Tabasco, donde el gobernador Tomás Garrido Canabal dispuso que, para ejercitar el ministerio sacerdotal en su estado, era necesario ser originario del lugar o mexicano de nacimiento, con más de 40 años de edad, buenos precedentes morales y casado.El último episodio contra la Iglesia se registró el 30 de diciembre del 1934, cuando un grupo de sicarios, guiados por Garrido Canabal, abrió el fuego contra los fieles que salían de misa en la iglesia de Coyoacán.
España: los heroicos defensores de la fe cristiana y de la civilización, esperaban su turno para morir al grito de ¡Viva Cristo Rey!
Durante la Guerra Civil española, el grito emblemático de los católicos ante el pelotón de fusileros era ¡Viva Cristo Rey!, como lo había sido antes para los «cristeros» mexicanos. Y es que la afirmación de Fe en la Monarquía Universal de Cristo era la respuesta más desafiante contra los propósitos de quienes creían posible eliminar a la Iglesia.
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SALUDOS: EL R. P. MATEO CRAWLEY-BOEVEY Y MURGA DE ORIGEN PERUANO, AUTOR DE LOS LIBROS LA HORA SANTA Y JESÚS REY DE AMOR, ES EL FUNDADOR DE LA ENTRONIZACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN LOS HOGARES, ESTA EMPRESA LA ALENTARON SAN PÍO X, BENEDICTO XV, PÍO XI Y PÍO XII. RECORRIÓ TODO EL MUNDO POR ORDEN EXPRESA DE PÍO XI. AL PLEBISCITO MUNDIAL ACERCA DE LA REALEZA DE JESÚS, SE DEBE LA INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DE CRISTO REY, Y A SU PROPAGANDA POR TODA ESPAÑA, LA SOLEMNE ENTRONIZACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS , EN EL CERRO DE LOS ÁNGELES, PRESIDIDA POR EL REY ALFONSO XIII, EL 30 DE MAYO DE 1919.
FRAGMENTO DE LA CARTA DE SU SANTIDAD EL PAPA PÍO XII, AL PADRE MATEO: ..." QUE EL DIVINO REDENTOR VUELVA OTRA VEZ A REINAR EN LA SOCIEDAD CIVIL Y EL HOGAR, MEDIANTE SU LEY Y SU DIVINO AMOR, Y, ENTONCES, SIN DUDA ALGUNA, SERÁN EXTIRPADOS AQUELLOS VICIOS QUE VIENEN A SER COMO LAS FUENTES DE INFELICIDAD Y MISERIA DE LOS HOMBRES. ENTONCES, TAMBIÉN,LAS DISCORDIAS DESAPARECERÁN; LA JUSTICIA-PERO LA QUE EN REALIDAD ES VERDADERA JUSTICIA-CONSOLIDARÁ LOS CIMIENTOS DE LA SOCIEDAD HUMANA, Y LA LIBERTAD AUTÉNTICA, AQUELLA QUE NOS ADQUIRIÓ JESUCRISTO(GÁL IV,31)...EL FIN PRIMORDIAL DE LA OBRA ES...QUE LAS FAMILIAS CRISTIANAS SE CONSAGREN AL CORAZÓN DE JESÚS,(BENEDICTO XV). AHORA BIEN ESTA CONSAGRACIÓN NO ES UNA CEREMONIA VANA Y VACÍA...´IMPONE A TODOS EN GRAL. Y C/U EN PARTICULAR, LA OBLIGACIÓN DE CONFORMAR SU VIDA CON LOS PRECEPTOS CRISTIANOS, QUE AMEN CON AMOR FERVIENTE A JESÚS EN LA EUCARISTÍA... TRABAJAR EN PRO, NO SÓLO DE SU PROPIA SALVACIÓN,SINO TAMBIÉN DE LOS DEMÁS.
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