YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.

lunes, 18 de enero de 2010

In hoc signo vinces



Ave crux, Spes unica (Bendita seas Cruz, nuestra única esperanza)

.
Entre los escombros de un Haití destruído por las implacables fuerzas de la naturaleza; entre los llantos de miles de almas doloridas que lo han perdido todo, casa, el oscuro e incierto futuro que tenían por delante y a muchos familiares, amigos y seres queridos; cuando reflexionamos ante lo que entendemos como un acto de injusticia irracional incontrolable, cuando las fuerzas de la naturaleza se ensañan contra aquellos que más han sufrido y que más ayuda necesitan; entre la desolación más absoluta, tras la nauseabunda manipulación informativa de las palabras de un Ministro de la Iglesia sobre la tragedia de Haití, surgen imágenes que nos hacen reflexionar y plantearnos desde un punto de vista transcendente el verdadero significado de lo que acontece.
.
Entre las ruinas de Port-au-Prince, ante la mirada atónita de unos muchachos que, afortunados, han salvado sus vidas, se alza, humilde, sencilla, pero firme y entera, la Cruz de Cristo. Del Cristo que venció a la muerte en esa Cruz que ha de dar la salvación a todos, damnificados o no, en esta tragedia humana de enormes y trágicas dimensiones, en Haití o en nuestras desoladas sociedades, pobres de puro hedonistas.
.
Es un signo visual impactante pero absolutamente real y el mensaje que transmite no es otro que con este signo venceremos a la muerte. In Hoc signo vinces.

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails