YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.

miércoles, 24 de febrero de 2010

«Teléfono inteligente», preferible a «smartphone»




La Fundación del Español Urgente recomienda traducir la palabra inglesa smartphone por teléfono inteligente.

Estos últimos días se ha celebrado en Barcelona el Mobile World Congress. En este congreso dedicado a la telefonía móvil se ha hablado de las innovaciones que se aplicarán a los smartphones; es decir, a aquellos teléfonos móviles que tienen algunas características parecidas a las de un ordenador personal.

Entre ellas cabe destacar las pantallas táctiles, posibilidad de conectarse a internet, memoria interna, gestión de cuentas de correo y otras más que lo convierten en un pequeño ordenador.

Así pues, en lugar de decir «La mayoría de las aplicaciones van dirigidas a los "smartphones" pero el sector no deja fuera a los mayores...», la Fundéu BBVA que trabaja con el asesoramiento de la Real Academia Española, recomienda que se diga «La mayoría de las aplicaciones van dirigidas a los teléfonos inteligentes pero el sector no deja fuera a los mayores...».

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