La Basílica Menor y Convento San Francisco, construidos en el mismo lugar que el fundador de Salta, don Hernando de Lerma le asignó en el Acta de Fundación, el 16 de abril de 1582.
Junto al Convento San Bernardo, la casa de Uriburu y el Cabildo, integran el corredor histórico más importante de la ciudad, y que antes se prolongaba hasta la ya derruida Iglesia y Convento de los Mercedarios (esquina de las calles 20 de Febrero y Caseros).
Su función original fue la de ser Iglesia y Convento de San Diego de Alcalá. La primitiva construcción se erigió en el siglo XVI, por los años de la fundación, la que se mantuvo a lo largo del siglo XVII y hasta mediado del siglo XVIII, cuando fray Vicente Muñoz construyó un templo, que con modificaciones y remodelaciones, subsiste hasta la actualidad. A los dos años de esta nueva construcción, (1761) sufre un grave incendio, pero es rehabilitado en 1767. El fuego nuevamente da por tierra con el nuevo templo cinco años después, en 1772, obligando a los franciscanos a trasladarse temporariamente al templo de los expatriados jesuitas, ubicado frente a la Plaza M a y o r . La obra de recuperación pudo completarse lentamente a fines del siglo XVIII, no obstante la muerte de fray Vicente Muñoz y los errores de construcción advertidos por esos años.
En la primera mitad del siglo XIX, como consecuencia de la decadencia económica de Salta por la Guerra de la Independencia y las pugnas internas, se detuvo el progreso de las obras y por ende la de San Francisco. Así las cosas hasta que el padre Isidoro Fernández volvió de Roma con los 14 religiosos de la Congregación de Propaganda Fide en 1857, los que luego encaminaron definitivamente la terminación del convento y la iglesia .
En cuanto al convento, este fue finalizado por fray Ugolino Cingolari, y ocho años más tarde "ya se había concluido el refactorio y el cuerpo de celdas" según dice la documentación existente.
La llegada del padre fray Luis Girgi impulsó un nuevo gusto en la arquitectura salteña, proceso en el cual colaboraron varios arquitectos y constructores italianos, en cuyas manos estuvo la construcción de importantes edificios. Algunos de esos itálicos fueron, los hermanos Cánepa, los hermanos Macchi y Francisco Righetti.
Así es que la llegada de los franciscanos italianos a Salta, dio nuevo impulso al embellecimiento de la iglesia y a la terminación de las instalaciones conventuales de San Francisco. La remodelación de la iglesia se inauguró en 1870, y dos años más tarde la nueva fachada que hubo de rehacerse debido a fallas constructivas.
La intervención de Francisco Righetti se dio a partir de 1877, y en 1881 hizo el contrato por la construcción de la torre campanario, la que fue realizada en cuatro cuerpos superpuestos que se aligeran hacia arriba y culminan en un remate.
La iglesia es de una sola nave angosta y larga, y las paredes son de piedra, ladrillos gruesos y dobles. La bóveda es real y media naranja. Muchos de los retablos eran de mampostería y otros de madera pintada y dorada.
Templo y Convento San Francisco se ubica sobre una línea municipal en calle Caseros y retrocede sobre calle Córdoba, creando una plazoleta donde está el Monumento a San Francisco, erigido en 1926 al cumplirse un nuevo centenario de su muerte, y el que estaba enrejado hasta hace unos años.
En su interior descansan los restos de don Francisco de Gurruchaga, creador de la Armada Nacional, Pachi Gorriti, coronel de las tropas gauchas, y la señora madre del general Martín Miguel de Güemes, doña María Magdalena Goyechea.
El 14 de julio de 1941, Iglesia y Convento San Francisco fueron declarados Monumentos Históricos Nacionales y el 4 de agosto de 1992 fue declarada Basílica Menor por la Santa Sede.
Información extraida del suplemento “Viajes y Turismo” del diario El Tribuno.
Junto al Convento San Bernardo, la casa de Uriburu y el Cabildo, integran el corredor histórico más importante de la ciudad, y que antes se prolongaba hasta la ya derruida Iglesia y Convento de los Mercedarios (esquina de las calles 20 de Febrero y Caseros).
Su función original fue la de ser Iglesia y Convento de San Diego de Alcalá. La primitiva construcción se erigió en el siglo XVI, por los años de la fundación, la que se mantuvo a lo largo del siglo XVII y hasta mediado del siglo XVIII, cuando fray Vicente Muñoz construyó un templo, que con modificaciones y remodelaciones, subsiste hasta la actualidad. A los dos años de esta nueva construcción, (1761) sufre un grave incendio, pero es rehabilitado en 1767. El fuego nuevamente da por tierra con el nuevo templo cinco años después, en 1772, obligando a los franciscanos a trasladarse temporariamente al templo de los expatriados jesuitas, ubicado frente a la Plaza M a y o r . La obra de recuperación pudo completarse lentamente a fines del siglo XVIII, no obstante la muerte de fray Vicente Muñoz y los errores de construcción advertidos por esos años.
En la primera mitad del siglo XIX, como consecuencia de la decadencia económica de Salta por la Guerra de la Independencia y las pugnas internas, se detuvo el progreso de las obras y por ende la de San Francisco. Así las cosas hasta que el padre Isidoro Fernández volvió de Roma con los 14 religiosos de la Congregación de Propaganda Fide en 1857, los que luego encaminaron definitivamente la terminación del convento y la iglesia .
En cuanto al convento, este fue finalizado por fray Ugolino Cingolari, y ocho años más tarde "ya se había concluido el refactorio y el cuerpo de celdas" según dice la documentación existente.
La llegada del padre fray Luis Girgi impulsó un nuevo gusto en la arquitectura salteña, proceso en el cual colaboraron varios arquitectos y constructores italianos, en cuyas manos estuvo la construcción de importantes edificios. Algunos de esos itálicos fueron, los hermanos Cánepa, los hermanos Macchi y Francisco Righetti.
Así es que la llegada de los franciscanos italianos a Salta, dio nuevo impulso al embellecimiento de la iglesia y a la terminación de las instalaciones conventuales de San Francisco. La remodelación de la iglesia se inauguró en 1870, y dos años más tarde la nueva fachada que hubo de rehacerse debido a fallas constructivas.
La intervención de Francisco Righetti se dio a partir de 1877, y en 1881 hizo el contrato por la construcción de la torre campanario, la que fue realizada en cuatro cuerpos superpuestos que se aligeran hacia arriba y culminan en un remate.
La iglesia es de una sola nave angosta y larga, y las paredes son de piedra, ladrillos gruesos y dobles. La bóveda es real y media naranja. Muchos de los retablos eran de mampostería y otros de madera pintada y dorada.
Templo y Convento San Francisco se ubica sobre una línea municipal en calle Caseros y retrocede sobre calle Córdoba, creando una plazoleta donde está el Monumento a San Francisco, erigido en 1926 al cumplirse un nuevo centenario de su muerte, y el que estaba enrejado hasta hace unos años.
En su interior descansan los restos de don Francisco de Gurruchaga, creador de la Armada Nacional, Pachi Gorriti, coronel de las tropas gauchas, y la señora madre del general Martín Miguel de Güemes, doña María Magdalena Goyechea.
El 14 de julio de 1941, Iglesia y Convento San Francisco fueron declarados Monumentos Históricos Nacionales y el 4 de agosto de 1992 fue declarada Basílica Menor por la Santa Sede.
Información extraida del suplemento “Viajes y Turismo” del diario El Tribuno.
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