YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.

martes, 14 de septiembre de 2010

Joachim Beuckelaer: Mercado

Joachim Beuckelaer.Mercado.Museo del Prado. Madrid. España.




Joachim Beuckelaer (Amberes, 1533–1574) fue un pintor flamenco.

Estudió con su tío, Pieter Aertsen. Muchas de sus pinturas contienen escenas de cocina y mercados, con alusiones religiosas en el fondo. Su serie sobre los Cuatro elementos, en la National Gallery de Londres, ejemplifica este tema a gran escala. El Agua, por ejemplo, muestra un mercado de pescado vendiendo doce tipos de pescado, representando a los Doce apóstoles de Jesús. A través de un arco en el fondo vemos a Jesús caminando sobre el mar de Galilea después de su resurrección, haciendo que los peces aparezcan milagrosamente en redes vacías. La obra de Beuckelaer fue influyente en pintores del norte de Italia, en particular Vincenzo Campi.

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails