La ternera engrosa el censo de 350 ejemplares de una raza en peligro de extinción y crece junto a su madre en los prados del Alto Miera
Se llama Berta, es hija de la vaca Tula y del toro Bisbal y con ella San Roque de Riomiera ha hecho realidad el deseo de recuperar una raza autóctona, la vaca roja pasiega, que está en peligro de extinción y que hace tiempo que había desaparecido de un municipio de tradición ganadera y corazón pasiego.
La ternera nació hace un mes. Se encuentra «en perfecto estado de salud», al igual que su madre, y ha conquistado a los pastores que la cuidan, que se deshacen en piropos con ella: «Es muy guapa y tiene muy buen cuerpo, de hueso grande», cuentan desde la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), que da la bienvenida a la primera cría de su explotación de cinco vacas de esta raza, creada el año pasado con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente.
Pronto nacerán cuatro más
Pero Berta perderá su protagonismo muy pronto. La próxima primavera nacerán cuatro más, de las otras vacas que también han sido inseminadas. Con las nuevas habitantes de los prados del Alto Miera, se extenderá el mapa de distribución de la vaca roja pasiega que, de momento, está formado por 350 animales en 77 explotaciones de 32 municipios, sobre todo de las comarcas del Pas, Pisueña y Asón, según los datos del libro genealógico del Censyra (Centro Nacional de Selección y Reproducción Animal).
El nacimiento de Berta ha sido acogido con gran expectación en San Roque, donde algunos ganaderos han cursado peticiones a la FNYH para tener su propio ejemplar. En la Fundación derivan las solicitudes a la Asociación de Criadores de Vaca Pasiega, con sede en San Pedro del Romeral, colectivo que distribuye las dosis de semen de toro pasiego que proporciona la Consejería de Desarrollo Rural.
Algunos de los terneros que nacen de estas inseminaciones salen a la venta, a un precio aproximado de 600 euros. Que estos animales lleguen al mercado forma parte del objetivo de este programa, que pretende «que los vecinos y los ganaderos las tengan y las críen», según Blanca Serrano, coordinadora del proyecto de la FNYH.
Se trata de que otros sigan la senda trazada por ganaderos que siempre han apostado por mantener esta raza, distribuida, en su mayoría, en pequeñas explotaciones. Por número de ejemplares, destacan los rebaños de José Manuel Escudero Ortiz, que posee 34 cabezas, y de Ángel Pérez Ortiz, que tiene 28, ambos de San Pedro del Romeral
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