Paulino UZCUDUN Eizmendi nació en Regil (Guipúzcoa) el 3 de mayo de 1899. Hijo de una familia rural acomodada, compartió los primeros años de su vida con sus nueve hermanos por las montañas próximas al caserío familiar. Desde muy joven trabajó primero como leñador en las montañas de su provincia, -donde adquirió la técnica de los aizcolaris con la que ganaba en todos los concursos que se presentaba- y posteriormente en una fábrica de embutidos de San Sebastián, pero sus ansias de independencia, de conocer mundo y, por supuesto, de hacer dinero hicieron que tras realizar el servicio militar en San Sebastián, Paulino se fuera a París con veintitrés años para debutar como profesional por 200 fr. la pelea. Su primera pelea fue en 1923 frente al campeón de Rusia, Touroff. En muy poco tiempo, apoyado en su gran pegada y su resistencia innata venció a los campeones de Francia (Journée), Holanda (Schouvermann) e Inglaterra (Godard). Entre medias había conseguido el título de campeón de España en 1.924 frente a José Teixidó y, por fin, en mayo de 1926 se proclamó campeón de Europa al vencer en Barcelona al italiano Erminio Spalla en doce asaltos. Los críticos de boxeo le definían como un atleta con una poderosa musculatura -destacaba especialmente por sus largos brazos- y un temperamento de luchador implacable.
YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.
lunes, 4 de abril de 2011
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