YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.

martes, 26 de julio de 2011

Pablo de Rojas



Pablo de Rojas nace hacia 1549, hijo de un pintor de origen sardo (había castellanizado su apellido de "Raxis" por "Rojas") establecido en Alcalá la Real y casado con una alcalaína; hacia 1579 se traslada a Granada, donde se forma con Rodrigo Moreno y establece taller en la parroquia de Santiago, lugar de residencia de muchos artistas que trabajaban en las numerosas iglesias y conventos que por aquellos años se levantaban en la ciudad. Fue maestro de Juan Martínez Montañés.

Pablo de Rojas es el eslabón que enlaza el romanismo manierista con el naturalismo barroco, el creador de los prototipos de Crucificados y Nazarenos andaluces, y aún de los castellanos.

Los Cristos anteriores a Rojas carecían de emoción, de personalidad y de brío. Eran signos de cruz más que imágenes.

Pablo Rojas, en cambio, los talla para mirarlos de cerca, frente al que reza, los humaniza para que conmuevan al que los contempla, y crea un tipo de Crucificado muerto, contrabalanceado, con mínima efusión de sangre, y anatomía veraz y huesuda. El paño de pureza se sujeta con cuerda, formando dos nudos, uno colgante y otro pequeño en el costado opuesto. Sólo un leve reguero de sangre mana de la herida del costado.

Antes de él la imaginería estaba vinculada a los retablos y no se la concebía de modo independiente, la imagen procesional tenía una categoría inferior, siempre encargada a maestros de menor categoría.

Rojas por tanto «será el escultor que dará el paso decisivo para la adecuada valoración de la imagen procesional, al tender, por propio instinto, a la concepción de la figura aislada, sobria y rotunda de traza, de vigoroso plasticismo.»

Su fama se extendió por los antiguos reinos de Granada, Córdoba y Jaén, donde se le atribuyen una gran cantidad de retablos, imágenes y obras menores como andas, sagrarios o insignias.

Trabajó también en el retablo de San Jerónimo, junto a famosos imagineros como su propio maestro, Juan Vázquez o Melchor de Turín, obra fundamental para la evolución del renacimiento hacia el manierismo naturalista que desembocará en el barroco.

«Sus esculturas son reposadas; presentan pliegues doblados con naturalidad, largos cabellos encuadran las cabezas. En los mismos Crucifijos predomina la quietud, invitando a la oración contemplativa» (Martín González).

Talló los Nazarenos

de la iglesia de las Angustias (Granada, 1586).
de Huétor Vega (bastante posterior).
Abundante serie de Crucifijos:

Crucificado del Seminario Mayor, anterior a 1580, tipifica el modelo.

Crucificado de la capilla de las Angustias de la catedral (1592).

Crucificado de la Casa Diocesana de Acción Católica (procedente de la capilla arzobispal de la Zubia), de excelente policromía de tonos casi lechosos, que según Sánchez-Mesa preludian las creaciones de Mora.

Otros atribuidos (Sánchez-Mesa):

Sacristía de la Parroquia de las Angustias

Convento de Carmelitas (Granada)

El crucificado del Sagrario de la catedral, que muestra esbeltez manierista junto a un incipiente naturalismo, tiene un modelado de notable blandura y un rostro profundamente humano

También es suyo un Cristo atado a la columna, el de la Paciencia, titular de la cofradía sacramental del apóstol San Matías

Entre sus colaboradores sobresale su sobrino, el pintor Pedro de Raxis, considerado el padre de la estofa por su esmerada técnica y alta calidad artística que imprimía en imágenes y retablos. Su policromía se ajusta a los valores de la talla, de una tonalidad verdosa y tono levemente pulimentado.

Fallece en Granada hacia 1611.

http://www.terra.es/personal5/aureliomena/rojas.htm

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