Fray Silvestre Vélez de Escalante,explorador del sudoeste del suroeste de Estados Unidos a finales del siglo XVIII.
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Ahora que los Estados Unidos de Norteamérica inician una nueva etapa en su historia con la presidencia de Barack Hussein Obama, me viene a la cabeza que en esta joven nación americana, La Montaña ( por lo que ahora veremos), y España, tienen algo que decir debido a que buena parte de lo que ahora son los EEUU pertenecieron a la Corona Española.
A finales de siglo XVII,el suroeste de los Estados Unidos fue explorado por un franciscano montañés, de Treceño, que atravesó Colorado y fue el primer hombre de raza blanca en llegar a Utah.
En efecto, Fray Silvestre Vélez de Escalante (Treceño, 1749 - Nuevo Mexico (USA), 1782), fue un misionero-explorador franciscano que junto con Fray Francisco Atanasio Domínguez, fue enviado a explorar y descubrir nuevos caminos entre el Presidio de Santa Fe (lo que hoy sería Nuevo México), al de Monterrey, en la California Septentrional. Protagonizó aventuras de reconocimiento por toda la región del Río Colorado (Nuevo México, Utah, Arizona...), describiendo y cartografiando territorios con más de 20 tribus nativas del Oeste americano.
Dos siglos antes al nacimiento de Silvestre Vélez de Escalante, Alvar Núñez Cabeza de Vaca con tres acompañantes completaron la ardua travesía a través de Texas y el norte de México hasta el Golfo de California en lo que hoy en día es el Suroeste de los Estados Unidos. Poco después, en 1538, comienza la conquista de dicho territorio y el asentamiento español en la zona con una expedición al mando de Francisco Vázquez de Coronado. En 1542 fueron los primeros europeos en divisar el Gran Cañón.
Debieron de pasar más de cuarenta años antes de que los españoles trataran de fundar asentamientos permanentes en los vastos territorios que Coronado había explorado. En abril de 1598, bajo el reinado de Felipe II, se llega hasta Río Bravo o el Río Grande, como se le conoce en los Estados Unidos. En 1604 se alcanza la desembocadura del Río Colorado. Todos estos avances iban precedidos de la construcción de misiones franciscanas bajo la protección de la Corona. Sin embargo, el ambiente es hostil dado que los conquistadores no han sabido ganarse el aprecio de los indios que habitaban en la zona.
En 1767, reinando Carlos III, se expulsa a los jesuitas de la América española y se establece una nueva Comandancia General de las Provincias Internas del Norte de la Nueva España, para gobernar los territorios que incluían mucho del norte de México y lo que es ahora el Suroeste Americano. Como parte de sus reformas, Carlos III también instruyó para que se inspeccionaran los presidios de la frontera norte de la Nueva España desde el Golfo de California a Louisiana y que se tomaran medidas para su mejoramiento. Se aporta nueva y valiosa información sobre las tribus indias y sobre las condiciones a lo largo de la frontera.
En 1772 Carlos III emitió una nueva norma basada en el mapa e informe elaborados desde esta información. Esta norma estipulaba la manera en que se debían de llevar a cabo las relaciones con los indios, las responsabilidades del inspector-comandante y otras autoridades militares, y también por un cordón de seguridad compuesto por 15 presidios ubicados a intervalos de 40 ligas, desde Sonora hasta Texas. El objetivo era frenar las incursiones de los Apaches del norte a las zonas donde había asentamientos permanentes y también ponerlos bajo control militar.
En julio de 1776 los padres Silvestre Vélez de Escalante y Anastasio Domínguez encabezaron una expedición de 10 hombres en busca de la mejor ruta desde Santa Fe, Nuevo México a Monterrey, California. Regresaron en enero de 1777 después de haber explorado los estados de las Montañas Rocosas de Colorado, Utah y Arizona, pero sin haber podido localizar la ruta que deseaban. Bernardo Miera y Pacheco hizo unos mapas tan detallados de esa región que luego fueron usados por otros, como por ejemplo, el Barón Alexander von Humboldt (1769-1859) para su Atlas Géographique et Physique du Royaume de la Nouvelle Espagne, publicado en París en 1811.
Ambos religiosos dejaron sus experiencias escritas en Derrotero y Diario (Manuscript housed in the special collections of the University of Arizona). Se trata de una crónica que narra la primera exploración de un europeo a través del desierto Great Basin.
El presidente Bill Clinton reconoció su gesta en 1996, bautizando como Grand Staircase Escalante a un espectacular Parque Nacional de grandes cañones del río Colorado, al sur del Estado de UTA. Pero no es el único lugar que lleva su nombre; hay numerosas localizaciones en la meseta de Colorado que llevan el nombre de Escalante: las Escalante Ruins en el Colorado occidental, la ciudad de Escalante en Utah, el río Escalante el cual corre a través de la ciudad y el mencionado monumento Grand Staircase Escalante.
Dos siglos antes al nacimiento de Silvestre Vélez de Escalante, Alvar Núñez Cabeza de Vaca con tres acompañantes completaron la ardua travesía a través de Texas y el norte de México hasta el Golfo de California en lo que hoy en día es el Suroeste de los Estados Unidos. Poco después, en 1538, comienza la conquista de dicho territorio y el asentamiento español en la zona con una expedición al mando de Francisco Vázquez de Coronado. En 1542 fueron los primeros europeos en divisar el Gran Cañón.
Debieron de pasar más de cuarenta años antes de que los españoles trataran de fundar asentamientos permanentes en los vastos territorios que Coronado había explorado. En abril de 1598, bajo el reinado de Felipe II, se llega hasta Río Bravo o el Río Grande, como se le conoce en los Estados Unidos. En 1604 se alcanza la desembocadura del Río Colorado. Todos estos avances iban precedidos de la construcción de misiones franciscanas bajo la protección de la Corona. Sin embargo, el ambiente es hostil dado que los conquistadores no han sabido ganarse el aprecio de los indios que habitaban en la zona.
En 1767, reinando Carlos III, se expulsa a los jesuitas de la América española y se establece una nueva Comandancia General de las Provincias Internas del Norte de la Nueva España, para gobernar los territorios que incluían mucho del norte de México y lo que es ahora el Suroeste Americano. Como parte de sus reformas, Carlos III también instruyó para que se inspeccionaran los presidios de la frontera norte de la Nueva España desde el Golfo de California a Louisiana y que se tomaran medidas para su mejoramiento. Se aporta nueva y valiosa información sobre las tribus indias y sobre las condiciones a lo largo de la frontera.
En 1772 Carlos III emitió una nueva norma basada en el mapa e informe elaborados desde esta información. Esta norma estipulaba la manera en que se debían de llevar a cabo las relaciones con los indios, las responsabilidades del inspector-comandante y otras autoridades militares, y también por un cordón de seguridad compuesto por 15 presidios ubicados a intervalos de 40 ligas, desde Sonora hasta Texas. El objetivo era frenar las incursiones de los Apaches del norte a las zonas donde había asentamientos permanentes y también ponerlos bajo control militar.
En julio de 1776 los padres Silvestre Vélez de Escalante y Anastasio Domínguez encabezaron una expedición de 10 hombres en busca de la mejor ruta desde Santa Fe, Nuevo México a Monterrey, California. Regresaron en enero de 1777 después de haber explorado los estados de las Montañas Rocosas de Colorado, Utah y Arizona, pero sin haber podido localizar la ruta que deseaban. Bernardo Miera y Pacheco hizo unos mapas tan detallados de esa región que luego fueron usados por otros, como por ejemplo, el Barón Alexander von Humboldt (1769-1859) para su Atlas Géographique et Physique du Royaume de la Nouvelle Espagne, publicado en París en 1811.
Ambos religiosos dejaron sus experiencias escritas en Derrotero y Diario (Manuscript housed in the special collections of the University of Arizona). Se trata de una crónica que narra la primera exploración de un europeo a través del desierto Great Basin.
El presidente Bill Clinton reconoció su gesta en 1996, bautizando como Grand Staircase Escalante a un espectacular Parque Nacional de grandes cañones del río Colorado, al sur del Estado de UTA. Pero no es el único lugar que lleva su nombre; hay numerosas localizaciones en la meseta de Colorado que llevan el nombre de Escalante: las Escalante Ruins en el Colorado occidental, la ciudad de Escalante en Utah, el río Escalante el cual corre a través de la ciudad y el mencionado monumento Grand Staircase Escalante.
Fuente http://www.per-can.com/
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