YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.
jueves, 26 de mayo de 2011
El bolo pasiego
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La Montaña
Los elementos de juegos son la bolera, las bolas y los bolos. La bolera es un terreno de tierra llano y rectangular de aproximadamente 26 metros de largo por 6 de ancho, donde se ubica el tablón sobre el que van los bolos de la hilera central. Las bolas son esferas de madera en las que se han realizado una agarradera o manilla, formada por dos agujeros, uno pequeño para el dedo pulgar y otro mayor para el resto de los dedos. Cada una bola tiene un diámetro aproximado que oscila entre 20 y 25 centímetros y un peso entre 4 y 7 kilogramos. Los bolos son elementos cilíndricos también de madera de altura variable, pero superior a los 20 centímetros, y un diámetro de la base en torno a los 5 centímetros, estrechándose hacia la punta. El bolo cuatro es más bajo y ancho que el resto de los bolos y de dimensiones más libres.
El bolo pasiego es un juego que aúna fuerza, puntería y habilidad, y en el que el objetivo del juego es el de conseguir el mayor número de bolos por parte de cada jugador o equipo, sin importar la distancia a la cual son enviados los bolos, aunque siempre es bien visto que los bolos se envíen lo más lejos posible. Para ello se lanzará desde cada fondo de la bolera tras dar un máximo de tres pasos en línea recta desde el lugar de origen, llamados mano uno y birle el otro, antes de soltar la bola, que deberá caer en el tablón sobre el que están los bolos. De caer fuera no se contabilizarán los posibles bolos derribados por esa bola.
El juego se inicia tras echar a suertes el comienzo de la partida. Quien gane la opción es el mano, tirará primero y decidirá el lugar desde donde se iniciará la carrera, que también se llama mano. El otro equipo o jugador es el postre, y colocará el cuatro, emboque o chivo en el lugar que prefiera tras el tablón, así como la combinación de bolos del tablón o hilera central de bolos con la que será válido. Sólo en esas condiciones se contabilizará el valor del cuatro de ser derribado.
Este cuatro vale cuatro bolos adicionales siempre y cuando sea derribado por la bola, y no por otro bolo, y habiendo tirado de la fila central los bolos adecuados fijados por el equipo postre. Con el cuatro también se podrá fijar raya si se desea, con lo que las bolas lanzadas desde la mano que no superen la altura del cuatro serán nulas o mochas y no tirarán de vuelta desde el birle, y los bolos derribados por ellas no cuentan. Además, las bolas no mochas que se birlen deben lanzarse sin que la carrera supere la raya del cuatro. Si bien el lugar de partida desde la mano es fijado, el lugar de lanzamiento desde el birle es totalmente libre, siempre y cuando no se incumplan las normas de la carrera (máximo tres pasos y línea recta desde el fondo de la bolera).
Cada partida de bolos se divide en juegos de treinta bolos. Si el equipo que tira primero llega o supera la treintena de bolos, el equipo postre tirará a continuación y acabará el juego ganando (si hace más bolos), perdiendo (si hace menos) o empatando (si hace los mismos). En caso de empate cada equipo realizará una nueva tirada mediante el mismo procedimiento. Si es el equipo postre quien primero llega o supera la treintena de bolos, habrá ganado el juego. El equipo que pierde el primero de los juegos escoge el orden de tiro para el segundo juego, pero sin cambiar las condiciones de la mano y el cuatro en ningún caso.
Si ganan un juego cada equipo, se realizará un nuevo juego de treinta bolos llamado "la cabra" en el que se sortea todo como al iniciar una partida, fijándose mano y cuatro de nuevo. Quien gana los dos primeros juegos, o gane la cabra, gana la partida, y permanecerá en la bolera, si así lo desea, para enfrentarse a un nuevo equipo que halla pedido vez echando a los gananciosos. Si se acuerda de antemano o si se desea y no hay equipo esperando para jugar, se pueden jugar más de una partida.
Como se ha comentado con anterioridad, no existía ningún reglamento escrito del bolo pasiego. Las normas aquí descritas pueden diferir ligeramente de las normas que se aplican en otros municipios o villas pasiegas. Cada uno presenta ligeras variaciones en algunas de las normas. Las diferencias residen principalmente en el orden de tiro al comenzar la partida o un nuevo juego. En cualquier caso, son diferencias mínimas que no imposibilitan considerar cada caso como partes del mismo conjunto o que jugadores de unos lugares vayan y jueguen en otros, tal y como ocurre en la práctica.
www.vallespasiegos.org
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