YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.

martes, 30 de noviembre de 2010

José Antonio de Gaztañeta, fundador del Real Astillero de Guarnizo



José Antonio de Gaztañeta (o Gastañeta) e Iturribalzaga (Motrico, 1656 - Madrid, 1728) fue un marino, militar y constructor naval español.

Aunque fue un destacado marino y militar, Gaztañeta trascendió principalmente por su gran aportación a la construcción naval en España. Fue un innovador y un precursor en el campo de la construcción naval, destacando el enfoque científico que aportó a esta actividad.

Escribió tres obras fundamentales: Arte de fabricar reales, Proporción de las medidas arregladas a la construcción de un bajel de guerra de setenta codos de quilla y Proporciones de las medidas más esenciales para la fábrica de navíos y fragatas. Estas tres obras y la práctica que desarrolló en los astilleros cántabros y vascos durante muchos años, permitieron racionalizar la fabricación de navíos en los astilleros y sentaron las bases de la construcción naval española a lo largo del siglo XVIII. Gaztañeta tuvo una gran influencia en la arquitectura naval del siglo XVIII, ya que modificó las medidas y traza de los navíos de combate de la Armada española, que pasaron a ser más largos. Muchos de los elementos aportados por Gaztañeta también serían a su vez copiados por ingleses y holandeses.

Antonio Gaztañeta nació en 1656 en la localidad vasca de Motrico en una familia vinculada por tradición a la mar. Su padre, Francisco de Gaztañeta, era un marino de la Carrera de Indias. Antonio fue bautizado en la iglesia parroquial de Motrico el 11 de agosto de 1656. A los 12 años (1668) embarcó por primera vez en un galeón rumbo a las Indias. Luego realizó algunos estudios, principalmente de matemáticas, y a los 16 años se embarcó en el navío Aviso, que mandaba su padre, en viaje a Veracruz. En la ciudad mexicana falleció su padre, y el joven Antonio tuvo que asumir la dirección del navío en su viaje de regreso a Europa. El joven marino condujo a su nave sin percance alguno de vuelta, comenzando una exitosa carrera como piloto naval.

En 1684, con 28 años de edad, había completado ya once viajes de ida y vuelta a América (Buenos Aires, Tierra Firme y Nueva España) sirviendo en la Flota de Indias. Ese año ingresó en la Armada del Mar Océano, encargándose del trazado y dirección de las derrotas. Tras dos años obtuvo el título de Piloto Mayor con el empleo de capitán de mar.

En 1687 se trasladó a Colindres (Cantabria), donde dirigiría la construcción de una capitana real. En estos años en Cantabria escribe su primer gran tratado sobre construcción naval: Arte de fabricar reales.

A partir de 1691 se estableció en Cádiz. Nombrado capitán de mar y guerra de la Capitana Real, sirvió en el Mediterráneo en operaciones combinadas con las escuadras aliadas de ingleses y holandeses. Fue ascendido a Almirante y algo después a Almirante Real de la Armada, sin dejar por ello el cargo de piloto mayor. Entre 1694 y 1695 participó en una campaña naval por el Mediterráneo. Su pericia como navegante se puso de manifiesto cuando, conduciendo una Armada que regresaba de Nápoles, burló hábilmente a la escuadra francesa del Mariscal Tourville, emboscada a la altura de Mahón, librando así a sus naves de un encuentro desigual. En 1696 sirvió en Canarias y entre 1700 y 1701 en la operación que desalojó a los escoceses que habían ocupado Darién. Durante este periodo escribió Norte de la Navegación hallado por el Cuadrante de Reducción, publicada en Sevilla en 1696 con ilustraciones de Matías de Arteaga y Alfaro. Esta obra fue la que introdujo el uso del cuadrante en España. Es un tratado basado en el que publicó unos años antes el francés Blondel de Saint-Aubin. En esta obra Gaztañeta estudió las posibilidades prácticas del cuadrante. A partir de su publicación, el uso del cuadrante se extendió en la Marina Real española. Así, el censor de la obra describía a Gaztañeta como el primero de nuestros compatriotas que escribió un método fácil de navegar. También apareció en esa época (1697) Cuadrante Geométrico Universal para la Conversión Esférica a lo Plano, aplicado para el arte de Navegar, un tratado sobre las cartas esféricas.

En 1702 estalla la Guerra de la Sucesión Española, que se prolongará hasta 1713. Durante este periodo Gaztañeta ejercerá diferentes cargos ligados a la construcción naval, contribuyendo de esa forma a la causa del pretendiente borbónico al trono Felipe.

En 1702 fue nombrado Superintendente de Fábricas y Plantíos de la Costa Cantábrica, cargo por el que se encarga a Gaztañeta la gestión de los astilleros y plantaciones de madera de Cantabria. Antonio Gaztañeta centralizó la construcción naval de Cantabria en el astillero de Guarnizo y ordenó su traslado a otra ubicación cercana. Fue en torno a esta nueva ubicación donde surgió un nuevo pueblo que, con el paso de los años, acabaría convirtiéndose en El Astillero, por lo que se puede considerar a Gaztañeta como el fundador de esta localidad cántabra.

Luego marchó al País Vasco, donde dirigió la construcción de numerosos barcos en Amorebieta, Pasajes y Orio. Destacó el galeón El Salvador de 74 cañones construido en Amorebieta y seis navíos de revolucionaria factura que construye en Orio. Durante este periodo fue también elegido alcalde de Motrico y se encargó de reconocer las defensas de los puertos vizcaínos ante la amenaza de invasión existente.

Su segundo gran tratado de construcción naval se escribe durante esta época: Proporción de las medidas arregladas a la construcción de un bajel de guerra de setenta codos de quilla, publicado en 1712.

La Guerra de Sucesión Española se prolongó hasta 1713. Puso final a la guerra la firma del Tratado de Utrecht (1712-1714). A los pocos años de su firma, el rey de España Felipe V, influido por su nueva esposa Isabel de Farnesio, modificó su política exterior, rechazando los acuerdos firmados en Utrecht, y se lanzó a la recuperación de los territorios italianos cedidos por España a la Casa de Saboya y Austria. La idea era crear estados satélites de España gobernados por los hijos de Isabel y Felipe, en Sicilia y Cerdeña. En 1717 las tropas españolas ocupan Cerdeña, evitando su paso a manos austríacas. Ante esa flagrante violación del Tratado de Utrecht, Gran Bretaña, Francia, los Holanda y Austria firmaron la Cuádruple Alianza contra España. Al año siguiente, España se lanzó a la ocupación de Sicilia, que debía pasar a Saboya.

Antonio Gaztañeta tuvo un papel destacado en esta guerra. En octubre de 1717 fue nombrado Comandante general de los jefes de Escuadra de la Armada y Ejército del Mar Océano. Su cometido comenzó con la realización de un viaje a las Provincias Unidas para comprar navíos para la Armada. A su vuelta le fue confiado el mando de la escuadra que debía transportar al ejército de 30.000 hombres del Marqués de Ledé a la conquista de Sicilia. La escuadra confiada a Gaztañeta estaba formada por 40 navíos de guerra y 399 barcos de transporte. Tras desembarcar a las tropas del Marqués de Ledé en Sicilia, que se hicieron con el control de la isla, la escuadra de Gaztañeta esperaba fondeada en el Cabo Passaro cuando fue atacada por la escuadra británica del almirante Byng. El ataque británico pilló a Gaztañeta y a sus hombres por sorpresa, ya que no se había realizado una declaración previa de guerra entre ambos países. La batalla del cabo Passaro, el 11 de agosto de 1718, supuso la destrucción casi total de la escuadra española que apoyaba al ejército de ocupación de la isla. Este hecho, unido a la invasión del norte de España por la Cuádruple Alianza, forzaron en 1720 a la firma de un nuevo tratado por el que España ponía fin a sus pretensiones en Italia.

La batalla del cabo Passaro fue un desastre para la Armada Española. A la altura de Siracusa avistaron la escuadra británica, pero Gaztañeta cometió el grave error político de no prever que la escuadra inglesa fuese capaz de atacarles, ya que por aquel momento no existía una declaración de guerra entre ambos países. Cuando la declaración de guerra se produjo por sorpresa, la escuadra española se encontraba fondeada en el Cabo de Passaro en inferioridad numérica, sin posibilidad de ponerse en correcto orden de batalla y con la dirección del viento en contra. La derrota fue total, sólo cuatro navíos y algunos barcos menores lograron escapar. Gaztañeta luchó con bravura, pero tuvo finalmente que rendirse al encontrarse su navío desarbolado, 200 hombres de su tripulación muertos y él mismo herido en una pierna. Al poco tiempo fue liberado y regresó a España, donde siguió sirviendo en la Armada. A pesar de haber sido severamente derrotado, se consideró que su actuación no fue negligente, dadas las condiciones en las que se produjo su derrota con un comportamiento deshonroso por parte británica.

Tras recuperarse de sus heridas, volvió a su labor de constructor naval y publicó su última gran obra sobre el tema Proporciones de las medidas más esenciales para la fábrica de navíos y fragatas, que vio la luz en 1720. Ese mismo año fue ascendido a teniente general. En 1721 se hizo pública una Real Cédula por la que se debían observar en la península y en ultramar las reglas para la construcción de bajeles dadas por Antonio de Gaztañeta.

Los últimos años de su vida los pasó al mando de la Flota de Indias, al frente de la cual obtuvo un resonante éxito. Entre 1726 y 1727 logró traer a España 31 millones de pesos burlando la vigilancia inglesa, que trató de bloquear el paso de la Flota de Indias. En una hábil maniobra Gaztañeta condujo a la flota por entre las naves enemigas aprovechando la noche y logró conducirla íntegra hasta un puerto gallego. El Rey Felipe V premió a Gaztañeta por este hecho con la concesión de una renta vitalicia de 1.000 ducados anuales para él y 1.500 ducados para su hijo. Sin embargo, el marino vasco no pudo disfrutar de ella, ya que murió repentinamente en Madrid el 5 de febrero de 1728, no mucho después de regresar de su último viaje.

A lo largo de su vida estuvo casado dos veces, primero con Petronila de Segovia, y tras la muerte de ésta, en 1716 desposó en segundas nupcias a la donostiarra Jacinta de Urdinso.

El insigne científico y marino Cosme Damián Churruca (1761-1805) fue familiar de Gaztañeta. Existen calles en su honor en Motrico, Bilbao y San Sebastián.



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lunes, 29 de noviembre de 2010

Fontibre:cuna del río Ebro





Fontibre es una localidad del municipio de Hermandad de Campoo de Suso, a algo mas de tres kilómetros de la capital municipal, Espinilla, en Cantabria (España). Se sitúa en el área central del Valle de Campoo, a 930 metros de altura entre los montes de La Guariza, al sur, y las peñas del Arbejón y Campana, al norte, con laderas donde abundan formaciones boscosas de hayas y de quejigos. Los materiales calizos han conformado el relieve de esta parte central del valle de Campoo y explican la formación de la hoya o manantial del cual manan las aguas del río Ebro, que no es más que el punto en el que reaparece una parte del caudal del río Híjar.

En el año 2008 la localidad contaba con 82 habitantes (INE). Respecto a la economía, predomina la actividad agropuecuaria. Su fiesta más importante es San Fernando, que se celebra el 30 de mayo.

El topónimo deriva del latín Fontes Iberis (Fuentes del Ebro) y ya es citado por Plinio el Viejo cuando lo sitúa en las cercanías de la ciudad romana de Julióbriga.

La localidad es conocida principalmente por poseer una surgencia donde tradicionalmente se ha considerado que nace el río Ebro. No obstante las aguas que manan pertenecen al río Hijar, el cual vierte sus aguas superficiales en el propio río Ebro más abajo de Fontibre. No obstante el Hijar, que nace en el Pico Tres Mares, prácticamente se seca durante el estío, lo que no sucede con el manantial de Fontibre.

Junto al nacimiento del Ebro hay un área recreativa muy visitada; y puede verse una escultura de Jesús Otero sobre el significado del río Ebro, con cita de Menéndez Pelayo. Fontibre forma parte del Coto Fontibre, truchero. Además, todo Fontibre es un lugar de gran valor paisajístico con una superficie de siete hectáreas y está poblado de chopos, robles y hayas. Destaca del lugar, la parroquia de San Félix del siglo XII y su retablo es del siglo XVIII.




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sábado, 27 de noviembre de 2010

Apelación a la Hispanidad



Apelo a la Fe,
Que movió montañas,
Apelo a los mares,
Que unieron las razas,


Apelo a los hijos,
De la Roma exultante,
Banderas españolas,
Conquista triunfante,


Apelo al hermano portugués,
Y a su ultramar florido,
Cuyas quinas fueron cruzadas,
Por la Orden de Cristo,


Apelo al Apóstol Santiago,
Y a la gloriosa Reconquista,
Que culminó en Granada,
Por la patria renacida,


Apelo a la raza peninsular,
Y al Nuevo Mundo que la afirmó,
Con el indio y el negro,
La Hispanidad, su construcción;


Desprecio la leyenda negra,
Sus odios, ignorancias y mentiras,
Y que desde España se dé alas,
A tantas lenguas viperinas,


Apelo a aquellos titanes,
Cuya vida y obra es servicio,
A combatir la leyenda negra,
A defender el hispanismo,



Apelo a un gran corazón,
Apelo a una gran familia,
Apelo a las castigadas Hispanias,
Por una reunión decidida,


Por nuestro culto mariano,
Guadalupe, Copacabana,
El mensaje de Fátima,
La Pilarica zaragozana,


¡ Ínclitas razas ubérrimas,
Sangre de Hispania fecunda,
Apelemos a lo nuestro,
Ariel aún nos escucha !

viernes, 26 de noviembre de 2010

Rubens: “Michael Ophovius”




Peter Paul Rubens
(Siegen, 1577 - Amberes, 1640)
Michael Ophovius
1635
óleo sobre tabla, 44 x 36 cm.
Colección Grupo Santander

El obispo concentra en el espectador la mirada del luchador, del misionero acostumbrado a las disputas teológicas y del obstinado negociador. Un arco enmarca su cabeza, como si fuese una escultura dentro de un nicho, acentuando la intensidad de la mirada.


www.universiabrasil.net

jueves, 25 de noviembre de 2010

Barenboim - "El amor brujo", de Manuel de Falla



El Amor brujo cuenta la historia de Candela, una muchacha gitana, cuyo amor por Carmelo se ve atormentado por su descreído antiguo amante. La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario. El libreto fue escrito por Gregorio Martínez Sierra en dialecto andaluz, si bien se ha llegado a poner en duda su autoría, en favor de su mujer, María de la O Lejárraga García, feminista apasionada que publicó obras bajo el nombre de su marido. La música contiene momentos de gran belleza y originalidad, e incluye las famosas Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y Danza del terror.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Alejandro Malaspina




Alejandro Malaspina (Mulazzo, 5 de noviembre de 1754 - Pontremoli, 9 de abril de 1809) fue un noble y marino italiano al servicio de España, brigadier de la Real Armada, célebre por protagonizar uno de los grandes viajes científicos de la era ilustrada, la llamada Expedición Malaspina (1788-94). Tras conspirar para derribar a Godoy, cayó en desgracia, lo que llevó al olvido de sus grandes logros.

Alessandro Malaspina nació en Mulazzo, actual Italia, entonces parte del Gran Ducado de Toscana. Sus padres fueron el marqués Carlo Morelo y Caterina Meli Lupi di Soragna. De 1762 a 1765 él y su familia vivieron en Palermo, bajo la protección de su tío, el virrey de Sicilia Giovanni Fogliani d'Aragona. De 1765 a 1773 estudió en el Colegio Clementino en Roma, aceptando en 1773 ingresar en la Orden de Malta. Vivió en Malta un año, donde aprendió rudimentos de navegación en la flota de la Orden. En 1774 ingresó en la Marina Real española. El 18 de noviembre de ese año recibió el grado de guardiamarina.

Durante los años 1775 y 1776 tomó parte en varias acciones armadas en el norte de África (una de ellas, en enero de 1775, una expedición en auxilio de Melilla, asediada por partidas de piratas berberiscos). De 1777 a 1779, a bordo de la fragata Astrea, participó en un viaje a las Filipinas (ida y vuelta rodeando el Cabo de Buena Esperanza). Durante el mismo fue ascendido a teniente de fragata (1778). Tomó parte en varias acciones contra los británicos en 1780, tras lo cual fue ascendido a teniente de navío.

En 1782 fue denunciado ante la Inquisición como hereje, pero no fue encarcelado ni juzgado. Ese año tomó parte en el Gran Asedio a Gibraltar.

Durante 1783 y 1784, como segundo del comandante de la fragata Asunción, llevó a cabo un segundo viaje a las Filipinas. De septiembre de 1786 a mayo de 1788, al mando de la fragata Astrea, hizo un tercer viaje a las Filipinas, comisionado por la Real Compañía de Filipinas. Esta vez se trataba de una vuelta al mundo.

En septiembre de 1788, junto con su colega José de Bustamante y Guerra, propone al gobierno español organizar una expedición político-científica con el fin de visitar casi todas las posesiones españolas en América y Asia. Este viaje se conocería como expedición Malaspina. La expedición zarpó de Cádiz el 30 de julio de 1789.

A su regreso a España (21 de septiembre de 1794), Malaspina presentó un informe, Viaje político-científico alrededor del mundo, que incluía un informe político confidencial, con observaciones críticas de carácter político acerca de las instituciones coloniales españolas y favorable a la concesión de una amplia autonomía a las colonias españolas americanas y del Pacífico dentro de una confederación de estados relacionados mediante el comercio.

En septiembre de 1795, envió al gobierno español sus escritos, pero éste juzgó poco oportuna su publicación en la situación política por entonces existente. Desencantado, Malaspina tomó parte en una conspiración para derribar a Manuel Godoy, lo que condujo a su arresto el 23 de noviembre. Tras un juicio dudoso, el 20 de abril de 1796 fue condenado a diez años de prisión en el castillo de San Antón de La Coruña. Durante su encarcelamiento, Malaspina escribió ensayos sobre estética, economía y literatura.

No llegó a cumplir la totalidad de la condena, pues a finales de 1802 fue puesto en libertad debido a las presiones de Napoleón (a instancias de Francesco Melzi d'Eril) y deportado a Italia. Malaspina partió para su localidad natal a través de Génova, asentándose finalmente en Pontremoli, a 10 km de Mulazzo, entonces parte del reino de Etruria. Allí se involucró en la política local. En 1804 se desplazó a Milán, capital de la República Italiana. En diciembre de ese año, el gobierno de la república le encargó la organización de la cuarentena entre la república y el reino de Etruria durante una epidemia de fiebre amarilla en Livorno. En 1805 fue nombrado miembro del Consejo de Estado del napoleónico Reino de Italia (en el que se había transformado la República Italiana). En diciembre de 1806, se desplazó a la corte del reino de Etruria en Florencia, siendo admitido en la Sociedad Colombina.

Alejandro Malaspina murió en Pontremoli en 1809.


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lunes, 22 de noviembre de 2010

Concha Espina




Concha (María de la Concepción Jesusa Basilisa) Espina nace en Santander el 15 de Abril de, 1869, 1877, o 1879, (la segunda es la más probable).

Hija de Víctor Rodríguez Espina y Olivares y Ascensión García Tagle y de la Vega y es la séptima de diez hermanos. A los trece años comienza a escribir versos, y el catorce de mayo de 1888 publica por primera vez, en El Atlántico, unos versos bajo el anagrama Ana Coe Snichp . A lo largo de sus colaboraciones con más publicaciones llegará a usar cinco seudónimos.

En 1891 fallece su madre y al año se trasladan a Ujo, Asturias, donde el padre trabajará como contable en las minas. Dos años después, el 12 de enero, se casa con Ramón de la Serna y Cueto en Mazcuerras, Santander, y se van a vivir a Chile. En noviembre de 1894 nace su primer hijo, Ramón y en enero de 1896, Víctor. En 1898 vuelven a España. En 1900, viviendo en Mazcuerras, nace José, que fallecerá muy pronto, y en marzo de 1903, nace su única hija, Josefina.

Escribe su estudio Mujeres del Quijote en 1903 y sus poemas Mis flores , al año siguiente. Se traslada a Cabezón de la Sal. Colabora con varios diarios, La Atalaya , El Cantábrico , etc. En 1907 da a luz a Luis, su último hijo. Publica su primera novela, La niña de Luzmela , en 1909 y se traslada a Madrid, Ramón a Méjico y su matrimonio está ya roto. El 9 de Diciembre de 1918 estrena al obra de teatro El jayón , basada en un cuento suyo. Sólo aguanta cuatro representaciones, pero será convertida en un ópera estrenada en Río de Janeiro en 1929, con música de Mignoni y titulada L'Innocente.

En 1920 su padre fallece. Concha, Emilia Pardo Bazán, y Blanca de los Ríos, firman una petición para que le sea concedida la Gran Cruz de Alfonso XII a la famosa actriz María Guerrero. Viaja a Berlín. En 1924 el Premio de la Real Academia Española por Tierras del Aquilón , se une a su nombramiento como hija predilecta de Santander y le es otorgada la Orden de Damas Nobles de María Luisa.

Puede haber sido candidata a la RAE en 1928. Al año siguiente es invitada por el Middlebury College a hablar de su nueva novela, La virgen prudente , y Alfonso XII le pide que lleve un mensaje a los pueblos de habla hispana.

Ese mismo año, y al siguiente también, es propuesta para el Premio Nobel . En julio de 1934 se separa jurídicamente de su marido y en 1937 le comunican que este ha fallecido. En 1938 es nombrada miembro de honor de la Academia de Artes y Letras de Nueva York y comienza su ceguera, es operada y recupera la vista, pero en 1940 se queda completamente ciega.

Se reintenta, en 1941, su admisión en la RAE , otra vez sin éxito alguno. En 1950 recibe la Medalla del Trabajo. Fallece el 19 de mayo de 1955.

Obras
Singladuras
La eterna visita
Mujeres del Quijote, 1903. Ensayo.
Mis flores, 1904. Poesía.
La niña de Luzmela, 1909. Novela.
Despertar para morir, 1910. Novela.
Agua de nieve, 1911. Novela.
La esfinge maragata, 1914. Novela.
Ganadora del Premio Real Academia Española
La rosa de los vientos, 1916. Novela.
El jayon, 1916. Novela.
Simientes, 1918. Artículos.
El jayon, 1918. Teatro.
Ganadora del Premio Real Academia Española 0
Dulce nombre, 1921. Novela.
El caliz rojo, 1923. Novela.
Tierras del Aquilón, 1924. Novela.
Ganadora del Premio Real Academia Española
Cura de amor, 1925. Novela.
Arboladuras, 1925. Novela.
Arboladuras, 1925. Novela.
Arboladuras, 1925. Novela.
Las niñas desaparecidas, 1927. Novela.
El arte de robar (Cura de amor), 1928. Novela.
La virgen prudente, 1929. Novela.
Siete rayos de sol, 1930. Novela.
Copa de horizontes, 1930. Novela.
Entre la noche y el mar, 1933. Poesía.
Candelabro, 1933. Novela.
La flor de ayer, 1934. Novela.
Retaguardia, 1937. Novela.
Casilda de Toledo, 1938. Novela.
Luna roja, 1938. Novela.
El desierto rubio, 1938. Novela.
Las alas invencibles, 1938. Novela.
Reconquista, 1938. Novela.
Esclavitud y libertad, diario de una prisionera, 1938. Novela.
Princesas del martirio, 1939. Novela.
La tiniebla encendida, 1940. Teatro.
El metal de los muertos, 1941. Novela.
Moneda blanca, 1942. Teatro.
La otra, 1942. Teatro.
El fraile menor, 1942. Novela.
Victoria en América, 1944. Novela.
La segunda mies, 1944. Poesía.
El más fuerte, 1947. Novela.
Un valle en el mar, 1949. Novela.
Ganadora del II Premio Cervantes 0
Una novela de amor, 1953. Novela.
Aurora de España (La virgen prudente), 1955. Novela.

Fuente:http://escritoras.com

viernes, 19 de noviembre de 2010

Las Islas Marianas

El primer europeo que vio el archipiélago de las Marianas fue Fernando de Magallanes en 1521, que desembarcó en la isla de Guam y reclamó las islas para el Rey de España




Este articulo esta extraido de: www.wikipedia.org

Las Islas Marianas (a menudo llamadas Las Marianas e históricamente Islas de los Ladrones) son un grupo de islas formadas a partir de las cumbres de 15 montañas volcánicas en el Océano Pacífico.

Conforman la parte meridional de una cordillera sumergida que se extiende a lo largo de 2.519 km desde Guam hasta muy cerca de Japón. Las Marianas son las islas más septentrionales de Micronesia. La superficie de las Marianas es de 1.026 km². Se sitúan al este de Filipinas y al sur de Japón. El nombre del archipiélago proviene del nombre de una reina de España, doña Mariana de Austria, que vivió en el Siglo XVII, época en la que comenzó la colonización española.

Hoy políticamente, Guam (la isla más meridional) es un territorio no incorporado de los Estados Unidos, mientras que el resto de las Marianas forman una mancomunidad llamada Islas Marianas del Norte (Northern Mariana Islands), que es a su vez un estado libre asociado de los Estados Unidos.

El primer europeo que vio el archipiélago fue Fernando de Magallanes en 1521, el cual desembarcó en la isla de Guam y reclamó las islas para el Rey de España, bautizando las islas como Islas de los Ladrones.

Cuando Magallanes desembarcó en Guam, los nativos nunca habían visto anteriormente europeos, pero ya practicaban el comercio con los habitantes de las islas vecinas, así que asumieron que los europeos también hacían lo mismo. Utilizando pequeñas barcas, abordaron los navíos de la expedición de Magallanes y les ofrecieron comida y agua. De acuerdo con las historias de los chamorros (descendientes de los nativos de las Marianas), ellos esperaban un pago por estos bienes. Especialmente estaban interesados en el hierro que habían visto en los barcos de Magallanes. Sin embargo, desde el punto de vista de los europeos, los isleños eran un pueblo amable y generoso. Al no recibir ninguna recompensa por los suministros y la hospitalidad que habían proporcionado a los europeos, los chamorros abordaron secretamente los barcos y se llevaron el hierro que querían. Al percatarse, Magallanes montó en cólera y atacó a los chamorros, incendiando sus poblados y matando algunos isleños. Después, la expedición dejó las islas y siguió su periplo alrededor del mundo.

En 1667 España las reclamó efectivamente, y les puso el nombre de la reina española Mariana de Austria, esposa de Felipe IV. La colonización española duró 230 años, hasta la Guerra hispano-estadounidense de 1898. En esa fecha España cedió la parte sur del archipiélago (Guam) a los Estados Unidos y vendió el resto a Alemania en 1899. Tras la Primera Guerra Mundial las islas alemanas quedaron bajo el control de Japón por un mandato de la Liga de Naciones.

El archipiélago fue escenario de combates entre tropas estadounidenses y japonesas en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial


Existe una controversia sobre una información que aseguraba que cuando se firmó el tratado una serie de islas no se habían incluido en la operación, por lo que legalmente aún siguen formando parte de España. Esta información salió a la luz tras la publicación en un periódico español del supuesto hecho.El autor de esa misiva, llegó incluso a darle el nombre de "Micronesia Española". Posteriormente otros medios también han publicado la información e incluso han añadido las supuestas coordenadas de las islas, aunque aún no han podido ser verificadas. Según los defensores de esta teoría, al firmarse el tratado, se produjo un error administrativo que tuvo como consecuencia que no todas las islas se vendieran a Alemania, y que quedaran unas pocas y desiertas olvidadas. Según ellos, los motivos por los que estas islas no son reclamadas oficialmentes es por que son de un tamaño minúsculos y sin ninguna importancia económica o estratégica. El propio CSIC escribió un libro que trata el asunto.

Por contra, los detractores defienden la hipótesis de que estos hechos solo obedecen a especulaciones de blogs y foros dando a entender que existe el Territorio de Ultramar de la Micronesia Española, algo falso que nunca ha existido. También objetan que debido a que el gobierno español no haya siquiera intentado hacer una afirmación de soberanía sobre estas islas en 100 años, invalida la supuesta pertenencia administrativa de estas islas (Guedes, Coroa, Pescadores y Ocea) a España y defienden que lo más probable, si es que existen, es que pertenezcan a la ONU o algún país cercano.

Lo cierto, es que llegó a haber hasta un artículo con infobox propia titulado "Micronesia Española". Tras una serie de discusiones, se decidió el borrado del mismo, aunque también se defendió la hipótesis de colocarlo como una curisosidad en un articulo cercano que tratara el tema en cuestión.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Don Camilo



Don Camilo es un personaje creado por el escritor italiano Giovanni Guareschi a través de cuentos y novelas conocidos como el ciclo del "Pequeño Mundo", en el cual se relatan las aventuras de este cura de pueblo y del alcalde comunista Pepón (Giuseppe "Peppone" Bottazzi) en la posguerra italiana. Ambos personajes representan posturas políticas enfrentadas y luchan entre sí denodadamente pero al verse ante conflictos más universales tienden a unir fuerzas a regañadientes y a descubrir su mutua buena voluntad. Por supuesto, Don Camilo termina ganando o empatando moralmente la mayoría de las disputas, como para reflejar la posición cristiana y anticomunista del autor. Pepón está presentado como un hombre tosco y prácticamente analfabeto aunque con un corazón de oro.

Otros personajes de una saga que casi monopolizan estos dos personajes son: el Cristo del altar mayor, con el que Don Camilo mantiene conversaciones que sólo él puede escuchar, Ful, el perro cazador de Don Camilo, y los esbirros de Pepón, siempre designados por apodos: El Pardo, El Flaco, El Brusco, etc.

La acción se sitúa sobre todo en un pueblo de la ribera del Po y en sus inmediaciones. En el primer libro, Guareschi presenta a Don Camilo como arcipreste de Ponteratto (circunscripción imaginaria).

Varias de estas historias fueron llevadas al cine. La primera adaptación, cuya buena repercusión de crítica y público acrecentó aún más la popularidad de los libros, fue una saga de cinco películas en coproducción franco-italiana con Fernandel y Gino Cervi en los papeles principales. Esas películas se filmaron principalmente en la localidad de Brescello.

Otras adaptaciones cinematográficas, como aquella interpretada por Terence Hill y Colin Blakely y dirigida por el propio Hill, de 1983, fueron menos afortunadas. Los libros, en cambio, continúan reeditándose y traduciéndose.

En Colombia se adaptaron los libros en una comedia televisiva en la que se cambió la Italia Comunista por la violencia entre liberales y conservadores de finales de los años 40 e inicios de los 50. La comedia producida entre 1.987 y 1.988 por la desaparecida programadora Coestrellas, por Daniel Samper Pizano y Bernardo Romero Pereiro, fue protagonizada por Carlos "El Gordo" Benjumea como Don Camilo, Héctor Rivas como Pepón, Gonzalo Ayala como la voz de Cristo y los actores Diego León Hoyos y Manuel Pachón como los esbirros de Pepón. La serie se emitió los lunes a las 10:30 PM por el antiguo Canal 2.

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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Nuestra Zarzuela:Cádiz



www.opusmusica.com

Cádiz. Episodio nacional cómico-lírico-dramático en dos actos, dividido en nueve cuadros, en verso. Libro de Javier de Burgos. Música de Federico Chueca y Joaquín Valverde Durán. Estreno: 20 de noviembre de 1886, en el Teatro Apolo, de Madrid. Acción en Cádiz y sus cercanías, en 1812, durante el asedio de las tropas francesas.
Personajes principales e intérpretes principales:
Carmen, enamorada de Fernando, tiple (Joaquina Pino).

Doña Angustias, aya de Carmen (Srta. Borja).

Curra, una maja, tiple (Adelaida Latorre).

Don Cleto, tutor de Carmen, barítono (Gabriel Castilla).

Fernando, capitán enamorado de Carmen, barítono (Sr. Campos).

Lorenzo, amigo de Fernando, barítono (Pablo Díaz).

El Marqués, tío de Lorenzo, actor (Ricardo Morales).

El Rubio, calesero (Sr. Cruz Lorenzo)


Argumento
En cierto modo, la obra es un conjunto de cuadros de carácter patriótico protagonizados por el pueblo gaditano, en el que se inscribe una historia de amor entre dos jóvenes y el intento de un viejo ridículo de enamorar a la muchacha.

Acto I. Mientras los gaditanos se preparan para defender la ciudad ante el inminente ataque de las tropas napoleónicas, algunos personajes, Lorenzo y el Rubio entre otros, discuten sobre las posibilidades que tiene la ciudad de sobrevivir al ataque francés.

Al tiempo, la joven y acaudalada Carmen tiene que soportar el asedio de Angustias y don Cleto, que pretenden disuadirla de su intención de casarse con Lorenzo, especialmente el tutor, que desea ser él quien despose a la muchacha.

Aparece el Marqués dando noticias sobre los preparativos de la ciudad: todo el pueblo colabora en preparar fortificaciones y barricadas. Don Cleto reacciona pretendiendo llevarse a Carmen a una casa de campo que posee en las afueras, de esta manera se librará de los avatares y peligros de la batalla.

Mientras Curra y el Rubio mantienen una simpática escena de amor, don Cleto abandona Cádiz en una calesa para organizar la huida de Carmen, quien se ve obligada a buscar refugio en casa del Marqués, tío de Lorenzo, que trata de disuadirla de que no se marche.

La llegada de soldados de refuerzo a la ciudad es providencial, con ellos viene Fernando; don Cleto, que no ha llegado muy lejos porque el Rubio, sospechando lo que tramaba, ha hecho volcar la calesa, es detenido y el pueblo celebra con alegría la aparición de los soldados.

Acto II. Los gaditanos celebran que las fuerzas de Napoleón no pueden ni siquiera acercarse a la ciudad. A los festejos asisten las tropas inglesas a las que los gaditanos agradecen su apoyo. Don Cleto continúa pensando en su plan de escapar, mientras Fernando y Lorenzo comentan sus respectivas intervenciones en la guerra.

La desaparición de Carmen y su tutor inquieta a todos los protagonistas que se lanzan en su busca, mientras el pueblo, en un vistoso cuadro, canta a la recién proclamada Constitución, conocida como “La Pepa”.

Lorenzo y Fernando encuentran a don Cleto y a Carmen, éste intenta convencerla de que acepte su ofrecimiento de escapar, porque según él, la suerte de la ciudad está decidida: será invadida por los franceses. Pero se equivoca; Fernando y Lorenzo detienen a don Cleto, mientras el pueblo celebra y festeja su victoria sobre los invasores.

Comentario
Cádiz es la evocación, animada y distendida, del patriótico ambiente del Cádiz de 1812, cuando el pueblo se defiende del asediado por los ejércitos de Napoleón y las Cortes redactan la primera Constitución Española. El gran cronista de la zarzuela decimonónica José Deleito y Piñuela, resumió muy acertadamente esta excelente obra: “sus personajes forman el abigarrado conjunto que hervía entonces en la capital gaditana, desde el gobernador hasta el contrabandista; aristócratas, frailes, majas, caleseros, diputados, petimetres, marinos, generales, oficiales británicos y españoles, voluntarios, damiselas a la caza de partido, mendigos, copleros, muchedumbre de todas clases y colores. Hay patriotas fervientes, cucos oportunistas, pescadores en todas las aguas, como en la realidad de la España aquella y de todos los pueblos en trance crítico, ante un enemigo en armas"

El estreno marcó uno de los hitos de la historia del teatro Apolo, el texto gustó mucho y la música, elegante, distinguida, solemne y de impacto directo, muchísimo más. El desfile con que finaliza el primer acto despertó el patriotismo más ancestral de los espectadores que puestos en pie aplaudieron, vitorearon, y se fundieron en un extraordinario ambiente de exaltación nacional.

La partitura es muy amplia, quince números, y destaca en ella una especia elegancia, una singular distinción, una majestuosidad grandiosa; poco se parece a la típica y chispeante música del compositor madrileño. No faltan ritmos de sevillanas, calesera, o marcha. Los expertos conocedores de zarzuela encontrarán la sorpresa de una cita clara y perfectamente reconocible de la conocida Jota de El sitio de Zaragoza, zarzuela de Cristóbal Oudrid, estrenada dos años antes en el Teatro Novedades.

Son varios los números musicales a destacar de Cádiz: las sevillanas y caleseras, dibujadas con pluma de orfebre; el simpático pasacalle de “El barrio de la Viña”, una elaborada y encantadora barcarola, en el primer acto. En el segundo, un tango flamenco al que siguen “panaderos y zapateado”, la deliciosa y chispera “polca de los ingleses”, la descriptiva “canción del ciego”, la sorprendente “danza de los negritos” y la imponente “Jota” con que finaliza el acto y la zarzuela.

Hemos dejado para el final la referencia a un número titulado “Marcha de la Constitución”, en el segundo acto, interpretado sólo por la orquesta, y el “Pasodoble” que cierra el primer, número al que suele denominarse ”marcha” y que es el más popular de esta obra. Aunque el error no tenga mayor importancia, hemos de dejar constancia de él para que esta “marcha”, es decir el pasodoble, no se confunda con la música dedicada a ensalzar la Constitución, “La Pepa”.

De todos modos el pasodoble, a cuyo ritmo desfilan los soldados voluntarios que luchan contra el invasor francés, se popularizó rápidamente y, algunos años después, acompañó a nuestros soldados en Cuba y Filipinas, en los trágicos días de 1898. Dos años antes, al reponerse en Apolo, el gobierno -atento, como casi siempre, a lo que le pueda deparar publicidad- concedió a los autores la Cruz al Mérito Militar, en 1896. La marcha (el pasodoble) llegó a escucharse en Londres, gracias a la Marquesa de Santurce, quien en una de las fiestas que organizaba y a la que acudía la monarquía y la nobleza, la hizo interpretar. Entre los oyentes, el Príncipe de Gales, que luego reinaría con el nombre de Eduardo VII, quien, al escucharla dio órdenes de que la banda de su regimiento la incorporara a su repertorio. Al poco tiempo esta música de Chueca sonaba en las paradas militares de Gran Bretaña.

Y una última curiosidad sobre este fragmento; En 1898 durante la guerra de España con Estados Unidos se intentó convertir la "marcha" (el pasodoble) en himno nacional. Para ello, El Imparcial convocó un concurso para buscar una letra que se acomodase a tan vibrante música; el semanario satírico Gedeón publicó una en la que se insultaba a los "yankees", pero el concurso quedó desierto. Es evidente que la historia se repite. Aunque no exactamente, porque en aquella ocasión Mariano de Cavia hizo llegar el importe del premio (mil pesetas) a Cuba, donde fueron entregadas a un soldado.



martes, 16 de noviembre de 2010

Juan Antonio de Riaño y Bárcena

Alhóndiga de Granaditas(Guanajuato), levantada entre 1798 y 1809 por Juan Antonio de Riaño y Bárcena



Juan Antonio de Riaño y Bárcena fue un militar español. (Liérganes, Cantabria, 1757–Guanajuato, México, 1810). Hijo de Juan Manuel de Riaño Cuetos y de Rosa de la Bárcena Velarde. Participó en varias campañas contra los ingleses en Mobila, Misisipi, Fort Charlotte, Batton Rouge y en la toma de Pensacola (1781). Después de entrar al servicio del Virrey de Nueva España, tomó posesión como Corregidor y primer Intendente de Valladolid (desde 1828 llamada Morelia) en Michoacán en 1787. Aquí introdujo numerosas reformas y mejoras urbanísticas siguiendo el ideario de la Ilustración. En 1792, fue nombrado Intendente del centro minero de Guanajuato. Entre las obras públicas que mandó realizar ocupando este cargo destaca la Alhóndiga de Granaditas, levantada entre 1798 y 1809 (hoy en día Museo Regional de Guanajuato). Es un paralelogramo con las características de una fortaleza, de piedra rematada por una cornisa dórica, construido por el arquitecto Alejandro Durán y Villaseñor. Otra de sus obras fue el encause del río que pasaba por la ciudad, actualmente conocido como Calle Subterránea. Riaño y Bárcena, que en 1797 se había cruzado caballero de Calatrava, falleció durante la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, mientras defendía la mencionada Alhóndiga de Guanajuato, en la que se habían refugiado los realistas. La toma de la plaza, capitaneada por el religioso Miguel Hidalgo, comenzó el 28 de septiembre de 1810. Al asedio se sumaron los mineros de la ciudad y jugaron un importante papel en los enfrentamientos, incorporando las técnicas utilizadas en las explotaciones mineras para abrir una entrada en el edificio.


Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Antonio_de_Ria%C3%B1o_y_B%C3%A1rcena"

lunes, 15 de noviembre de 2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

Javier Clavo:Caballo y toro que mira





Javier Clavo (1918),es un pintor y escultor de formación autodidacta,que pasa su juventud pintando y frecuentando el Círculo de Bellas Artes, que va a ser la verdadera escuela del artista. Aprende también de Goya y El Greco, su pincelada, y su uso del color.


En 1930 realiza su primera exposición individual en la Sala Vizcaíno de Valencia


Una exposición en 1935 de pinturas de Picasso titulada "El centro de la construcción" le produce una gran impresión quedando influenciado por su pintura durante bastante tiempo.


Creador ecléctico, considera la libertad a la hora de enfrentarse a la tela, como principio máximo. En su conferencia de Zaragoza en1951 manifestaba: "Me revelo contra la palabra academia y disciplina artística"


Interesado también por la pintura mural, considerando a los pintores del quatrocento italiano, sus verdaderos maestros, ha realizado, entre otros, los plafones del patio de butacas del teatro Albéniz de Madrid.


http://pintura.aut.org/

viernes, 12 de noviembre de 2010

Hispania aeterna




Foto:http://www.nosabiasque.net/


La Matanza en Candelario,(Salamanca)

Las casas son de piedra de cantería, grandes, de tres o cuatro plantas, con amplios balcones o corredores en el último piso, y muchas ventanas. Casi todas las casas grandes eran choriceras (Fábricas de embutidos). Todos los animales que se sacrificaban, bueyes y cerdos, los mataban en la calle. A los cerdos los asocarraban con helechos secos; todo se limpiaba escrupulosamente con el agua cristalina de las regaderas.

En tiempo de matanza se abría la batipuerta hasta atrás, se ataba a los bueyes por el vientre con una maroma, que llamaban peal, para colocarlo de forma que al caer muertos quedara casi todo su cuerpo dentro del patio; otros hombres (mozos de la casa) por detrás les "daban" para que la cabeza quedara al pie del morón, anilla o gancho, y allí les daban la puntilla.

La carne de estos animales la mezclaban con la de los cerdos y con ella se hacía el chorizo común para el cocido, que entonces se comía todos los días. Del magro de los cerdos hacían los chorizos blancos y encarnados y longanizas que tanta fama le dieron a Candelario.
En las casas particulares se hacía la matanza de un cerdo o dos, según los posibles de cada familia; antes de hacer los chorizos se probaban las chichas friendo unas poquitas de cada gamella o artesa, para saber si estaba bien hecho el adobo. A los mas allegados se les llevaba la probadura, que consistía en hígado, asadura, tocino, chichas, sangre cocida y magro; según la amistad que se tuviera con ellos se les llevaba unas cosas u otras. El día que se hacían los chorizos, iban familiares y vecinos a hacerlos; por la tarde, cuando se terminaba, se tomaba el chocolate con rebanadas de pan o bollos del aire y dulces: También era costumbre "entrar en parte de res". Se compraba una vaca grande y se partía en cuatro o mas partes, según los que entran en ella. Este reparto se hacía por sorteo. En las casas pudientes, hacían extraordinario los jueves y los domingos.

Tomado de www.nosabiasque.net

jueves, 11 de noviembre de 2010

Por San Martín... la matanza del chon



www.cantabriaenlamesa.com

Desde los tiempos más remotos, la cría del cerdo en Cantabria es una de las actividades básicas de la economía de los hogares de la región. Lo ha sido hasta no hace tantos años, en las zonas rurales, puesto que constituía la base de su despensa. Pero la industria del cerdo ha ido imponiendo sus reglas del mercado y salvo en aquellos pueblos altos que quedan aislados por la nieve, o por una costumbrte popular, se mantiene la matanza del chon en la Cantabria interior, coincidiendo con los meses más fríos del invierno. A cualquier paisano de estos núcleos siempre se le habrá escuchado decir aquella frase de que del chon, término que sólo se utliza en Cantabria, se aprovecha todo, hasta las criadillas. Cierto, pero muy cierto.
La aparición del cerdo se remonta a 40 millones de años según los fósiles, que indican que una especie de cerdo salvaje habitaba los bosques y los pantanos de Europa y Asia. Alrededor del año 4900 a.c. los cerdos fueron domesticados en China y criados en Europa alrededor del año 1500 a.c. Por insistencia de la reina Isabel la Católica de España, Cristóbal Colón se llevó ocho cerdos en su viaje a Cuba en 1493. Pero fue Hernando Soto el que podría ser considerado el padre de la industria porcina americana. Fue él quien en el año 1539 desembarcó los primeros 13 cerdos en Tampa Bay, Florida. Según la historiadora Carmen González Echegaray en su libro ‘La matanza o ‘matacío’ del cerdo en Cantabria’, el jabalí, antecesor del cerdo, lo encontramos en los montes de la región desde las épocas prehistóricas.
En la actualidad, el cerdo y sus derivados representan una alimentación muy valorada socialmente. El cerdo doméstico adulto tiene un cuerpo pesado y redondeado; hocico comparativamente largo y flexible; patas cortas con pezuñas (cuatro dedos) y una cola corta. La piel, gruesa pero sensible, está cubierta en parte de ásperas cerdas y exhibe una amplia variedad de colores y dibujos. Son animales rápidos e inteligentes. Están adaptados para la producción de carne, dado que crecen y maduran con rapidez, tienen un período de gestación corto, de unos 114 días, y pueden tener camadas muy numerosas. Son herbívoros en estado salvaje porque tienen una mandíbula preparada para vegetales. En su domesticacion se les da también carne, siempre picada, pero consumen una gran variedad de vegetales. Además de la carne, del cerdo también se aprovechan el cuero (piel de cerdo) para hacer maletas, calzado y guantes, y las cerdas para confeccionar cepillos. Son también fuente primaria de grasa comestible se prefieren las razas que producen carne magra. Además, proporcionan materia prima de calidad para la elaboración del jamón. En libertad los cerdos pueden llegar a vivir de 10 a 15 años.
De la matanza y al despiezar al chon por partes la relación de partes comestoibles es la siguiente: cabeza de cerdo (orejas, careta, etc.), papada, cinta de lomo, magro de cuello, pecho, costillar, chuleta, solomillo (se sitúa a la altura de las costillas lumbares y es una pieza magra y algo pequeña que se suele vender entera, es una parte jugosa que sale sin nervio), panceta, falda, paletilla o paleta, jamón, codillo, manos, rabo y criadillas (rebozadas, están muy sabrosas).
El derivado estrella del cerdo es el jamón, el nombre genérico del producto obtenido de las patas traseras del cerdo, salado en crudo y curado de forma natural. Las patas delanteras del cerdo, pese a tener una proceso idéntico de elaboración, reciben el nombre de paleta, o paletilla. Las dos variedades más conocidas son el jamón curado de España (jamón ibérico, jamón serrano) y el ‘prosciutto italiano’. Pero es España el principal productor y se trata uno de los alimentos que aportan mayor prestigio a la gastronomía patria.
Algunas regiones con tradición de elaboración de jamones crearon, junto con el Ministerio de Agricultura español, las Denominaciones de Origen, que exigen y controlan que los jamones ibéricos cumplan unas determinadas características para poder llevar su sello de calidad. Las denominaciones de origen reconocidas del cerdo ibérico son Jamón de Huelva, Los Pedroches, Jamón de Guijuelo, y Dehesa de Extremadura.



El ritual de la matanza ("A todo cerdo le llega su San Martín")




Un viejo refrán dice: ‘A cada cerdo le llega su San Martín’ y es que en torno a este día se celebraba, el pasado siglo, en todas las familias españolas la matanza del cerdo. En Cantabria se denominaba ‘matancío’. San Martín, el 11 de noviembre es, por tradición, el punto de arranque de la matanza del cerdo. Una costumbre ancestral que se renueva anualmente por toda la geografía española y de la que salen innumerables recetas cuya base es esta suculenta carne.
Con la llegada de los fríos y las heladas y siempre que la luna estuviera en cuarto menguante, la fecha recuerda que ha llegado la hora de dar muerte al cerdo. Como otras tantas costumbres ancestrales, la matanza suele comenzar coincidiendo con el momento de menos trabajo para los ganaderos y se convertía en una reunión de vecinos y familiares.
El día de la matanza se desayuna una o dos horas antes de que amanezca y generalmente se hace un desayuno fuerte ya que el día de la matanza suele ser duro y se trabaja rápido; hay personas que suelen acompañar al desayuno alguna bebida alcohólica de alto grado como un aguardiente.
En Cantabria, el matacío del chon (así se conoce a la matanza del cerdo) es un rito festivo tradicional, que se desarrolla en la mayoría de los pueblos de la región. Tras dar la muerte del animal se producía una divisón del trabajo en los elementos de la familia: los hombres limpiaban el cerdo y los instrumentos empleados, cuchillos, cubos, bancos, etc. Las mujeres limpiaban el estómago y los intestinos del animal.
Se da una muestra de diferentes partes de carne al veterinario de la comarca a primera hora de la mañana y éste daba su veredicto al mediodía, si este era positivo, generalmente los niños asaban el rabo del cerdo y se lo comían.
El picado de la carne se realizael día después, ya que la práctica totalidad del cerdo se dejaba colgado de una viga, oreando, a resguardo de perros y alimañas, en la parte baja de un frío almacén bien ventilado durante la noche posterior a su sacrificio.
Por la mañana se comienza con el trabajo, cortando, despiezando y distribuyendo las partes del cerdo a diferentes grupos de personas: hay los que salan los jamones y las paletillas, están los que pican, sazonan y añaden el ajo para los chorizos, los que adoban el lomo, los que ponen en salazón el tocino y los que cocinan los trozos restantes para la multitud de personas que trabajan ese día.
Se asa en la lumbre la moraga, que son los primeros trozos de carne aliñada con ajo y pimienta molida, y se acompañaba con un buen vino de ‘pitarra’, el vino joven de ese año. La operación de embutir los chorizos suele comenzar a partir del tercer día de matanza, y puede durar entre uno y dos días, dependiendo de la cantidad de carne disponible. Se emplea para ello una máquina especial que mediante presión introduce la carne picada en la tripa de cerdo. Generalmente la máquina era de un vecino adinerado, que la prestaba y tiene suerte de ser invitado para observar este proceso en casa de los vecinos.
El ahumado es una operación importante y a primera hora del segundo día ya que empeieza haber morcillas y algunos pedazos de carne que era necesario ahumar. En esta operación trabajan las personas más jóvenes y consiste en poner en una cocina con fuego (y algo de humo) los trozos para que sean expuestos al humo.



Todo se aprovecha


En Cantabria se cocinan las avenencias, con las que se obsequia a los invitados en el día de la matanza. Suele comerse como un segundo plato y consiste en un guiso de solomillo de cerdo cortado en trozos y frito en aceite, al que se añade abundante cebolla picada para luego dejar que se vaya enfriando poco a poco. Por otro lado, en un mortero se machaca ajo con vino blanco y un poco de vinagre (también se pueden añadir pimientos) y la mezcla se vierte sobre la carne. Se calienta un poco y está listo para sacar a la mesa.
Además de los típicos cocidos de invierno, que suelen incluir el jamón y el hueso del cerdo, tocino y morcilla entre otros ingredientes, en muchos hogares de Extremadura se prepara la cachuela. En una sartén honda se echa manteca y cuando se esté derritiendo se añaden el hígado de cerdo (una importante fuente de proteínas) y varios dientes de ajo machacados con pimienta negra. Una vez fritos, se sacan y se trituran con una batidora. La mezcla vuelve a echarse a la manteca, se apaga el fuego y se añade pimentón. Hay que tener precaución de que no se queme, porque la manteca guarda mucho el calor. Una vez hecho, se deja enfriar y se vuelca en otro recipiente.
Otra de las muchas recetas que se preparan con ocasión de la matanza es el cardillo de cerdo, cuyos ingredientes básicos son la asadura (hígado) y el bofe (pulmón) del animal. De este plato pueden encontrarse numerosas variantes, dependiendo del lugar donde se elabore.



El cerdo en la gastronomía



A la entrada de la casa de mis abuelos, en Llonín, había un cubil (como en casi todas las casas) y nunca faltaba un chon dentro acompañado de su cocino (para la comida), el helecho para la cama…. Cuando llegaba el frío, el cerdo llevaba buena cuenta. Había que prever la despensa para el largo invierno. Una vez muerto el animal por el matachín, se sacaba toda la sangre para hacer los boronos y las morcillas. El agujero se tapaba con una pina o un ‘toricu’ de maíz y, así, no perdía sangre y lo manchaba todo. Se cubría con rozo, que solía ser de helecho, bien seco, y se le quemaba para poder quitarles todas las cerdas (ahora se hace con soplete). Después, se le daban varias aguas, se le dejaba enfriar y ya estaba preparado para el despiece.

Son muchos los nombres con los que se conoce al cerdo: gocho, puerco, marrano, gorrino, cochino, tocino, guarrón, chon, chono, choni, lichón... La combinación de la carne de cerdo es estupenda, con su gran versatilidad para combinar con otros alimentos. Tanto vegetales, como carnes, pescados, huevos y legumbres. El pilar de nuestros cocidos son las carnes de cerdo, frescas o adobadas. Panceta, costilla, tocino, chorizo, morcilla, mezclado con legumbres y verduras, para dar el resultado excepcional en la cata final. Fresco o en salazón, la carne de cerdo tiene una gran aplicación en la cocina, con los tradicionales y los últimos incorporados, como la presa y el secreto ibérico.
En la repostería tiene su presencia en los polvorones e, incluso, en algunas recetas de hojaldre. Era muy apreciada la torta de chicharrones, hecha con chicharrones, huevos, azúcar y harina.

Las presentaciones de embutidos que encontramos una vez espiazado el cerdo son muy diversas. En cada pueblo, en cada rincón, se hace una preparación distinta. Quizás, la que más fama tiene sea la del jamón que, dependiendo de la zona geográfica de donde sea, recibe su denominación y, cualquiera que sea, podemos presumir de su calidad. Los lomos embuchados, chorizos y salchichones, morcón, botillo (huesos y despojos adobados), androlla, butifarra, longaniza, la sobrasada, la morcilla…
Siempre he admirado a Alain Ducasse, para poder vender jamón ibérico en su restaurante Luís XV, de Mónaco, hacía frente a fuertes sanciones de las autoridades galas por la importación de carne de cerdo, importación que en la época no estaba permitida. Decía el doctor Thebussen: «Sus pezuñas son ricas, su jamón excelente, su sangre gustosa, sabroso su tocino, aromático su lomo, suave y nutritiva su manteca. Hasta la piel tostada y el rabo frito y la molleja rellena y el brazuelo ahumado, son manjares que, en otro tiempo, fueron manjares de los dioses».
Recomiendo leer el libro de la matanza de Pedro Madrid, la vivencia en un día de matanza y su poema-canción de rabel: «Polaciones, buena tierra, donde nieva de continuo, el que no mata lichón, tampoco come tocino». También en los rasgos de Campoo ‘La Matanza’, de Emilio Jorrín: «El día de la matanza se comían chicharrones, que freídos con los ajos, nos sabían a turrones».

La matanza, ¿fiesta o sacrilegio?:Ahora nos queda el recuerdo de la matanza. El espectáculo se ha suspendido. Quienes la hacían en público han sido denunciados y, así, algo de nuestra cultura ha desaparecido. Lo mas gracioso es que si queremos ver una matanza en ‘vivo’, nos tenemos que desplazar a la región vecina de Castilla y León y en Segovia o Burgo de Osma podemos vivir la matanza que nos ofrece el Villery Palafox, en la plaza del pueblo, con una asistencia en los fines de semana de mas de 1000 comensales.
Seguimos sin enterarnos de nada. Lo nuestro no vale nada.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel




El Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel es un espacio protegido con tres áreas localizadas en Cantabria (España): el estuario que forma el río Asón (Santoña-Laredo) y las marismas de Victoria y Joyel. El conjunto constituye la principal zona húmeda de la Cornisa Cantábrica. Está calificado como parque natural por la Ley 6/1992 de 21 de marzo de la Jefatura del Estado.
Ocupa 6.678 hectáreas repartidas entre los términos municipales de Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Carasa, Colindres, Escalante, Laredo, Limpias, Noja, Santoña y Voto. Este enclave singular, además de pródigo en fauna marina, es utilizado por las aves migratorias, procedentes del norte y el centro del continente, en su desplazamiento hacia tierras más cálidas. De forma global, en este espacio natural se han observado, hasta la fecha, 121 especies de aves ligadas al medio acuático.

Estas marismas constituyen el conjunto de zonas húmedas más importantes para las aves acuáticas del norte de la península Ibérica, siendo fundamentales para la invernada y la migración de numerosas especies. La Reserva natural incluye también encinares, matorrales, praderías, pastizales, playas y dunas. En estas zonas se han detectado 33 especies de mamíferos. Lo que más llama la atención es el impresionante espectáculo de miles de aves, que a lo largo y ancho de la misma se mueven sin cesar.

Además, en el estuario del Asón crían especies pesqueras de gran interés comercial como lubinas, salmonetes, dorada, lenguado y anguila, además del salmón atlántico, siendo también un importante lugar de marisqueo. Destaca asímismo el desarrollo de la industria conservera, especialmente de la anchoa y la sardina, que ha determinado la actividad pesquera y económica de esta zona.

Se conservan diversos molinos de mareas (de los 20 que llegaron a existir en el entorno de Santoña), empleados antiguamente aprovechando la energía maremotriz.

En su interior se encuentra asímismo el Penal del Dueso. Aprovechando su emplazamiento, SEO/Birdlife viene desarrollando un proyecto para llevar a cabo actividades de sensibilización y formación ambiental con los internos del penal, entre los que destacan un censo de espátula común o paseos ornitológicos, entre otros. Este proyecto ha recibido el Premio Europeo de la Organización Mundial de la Salud a las Buenas Prácticas de Salud Penitenciaria en 2005.


Los mamíferos más abundantes son aquellos que tienen su hábitat en los encinares, matorrales y prados; se han detectado más de treinta especies, entre las que se encuentran el gato montés, el jabalí y el corzo
El capítulo de la avifauna es sin duda la mayor riqueza del Parque: en total, se pueden observar más de 130 especies diferentes. Es un punto importante para la migración o invernación de numerosas especies de anátidas, limícolas (correlimos común, zarapito real, chorlito gris, aguja colipinta...) y gaviotas. Destacan: el silbón europeo, zarapito real, zarapito trinador, garceta común, ánsar común, ostrero euroasiático, correlimos gordo, correlimos común, aguja colinegra, archibebe común, gaviota reidora, zampullín cuellinegro.

Es además un importante lugar de descanso migratorio para la espátula común (Platalea leucorodia), ave de blanco plumaje, que migra desde sus colonias de reproducción en Holanda, hacia el sur sobrevolando las costas de Francia, para llegar a las Marismas de Santoña, donde descansarán durante unos días, antes de proseguir su viaje hacia África dónde invernarán.[7] En expansión, con algunos individuos invernando. Así, SEO/Birdlife estima que un tercio de la población europea de la especie pasa por Santoña en cada paso.[8] Otro hito en el parque fueron la reproducción de una pareja de tarros blancos[9]

Otras dos especies que son muy raras invernantes en la Península Ibérica, y que en las marismas de Santoña son asiduos visitantes, son el éider (Somateria mollissima), pato marino de gran tamaño, y el escribano nival (Plectrophenax nivalis), rechoncho paseriforme que habita las montañas del norte de Europa.

Se pueden observar aves en todas las estaciones del año, aunque los mejores meses comienzan en agosto y septiembre, con la llegada de las garzas y limícolas. Después comienzan a llegar en octubre y noviembre los primeros gansos y patos, hasta que a finales de diciembre y comienzos de enero, se produce la mayor concentración de aves en la Marisma. Es entonces cuando la marisma alberga una población de 10.000 a 20.000aves, de 50 especies diferentes.


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martes, 9 de noviembre de 2010

AUGUSTO (OCTAVIO)




Sólo pueden conocerse las costumbres por medio de los hechos y cuando son incontestables. Está probado que Augusto, al que se le elogió inmoderadamente por haber restaurado las costumbres y las leyes, fue durante mucho tiempo uno de los seres más corrompidos en la época de la República romana. El epigrama que dedicó a Fulvia, escrito después del horror que causaron las proscripciones, demuestra que despreciaba tanto el decoro en el lenguaje como en su conducta. Ese célebre epigrama es un testimonio que prueba la corrupción de las costumbres de Augusto. Sixto Pompeyo le reprocha debilidades infames: Effeminatum ensectatus est. Antonio, antes de ser triunviro, declaró que César, tío de Augusto, le adoptó por hijo sólo porque le servía para sus placeres contra Natura: adoptionem avunculi stupro méritum.

Lucio César le reprocha lo mismo, y supone que llevó su bajeza hasta el extremo de vender su cuerpo a Hirtio por una cantidad considerable. Su impudencia llegó después hasta el descaro de robar la mujer de un cónsul, estando en una cena. Se la llevó a una habitación inmediata, donde pasó con ella algún tiempo, y luego la acompañó a la mesa otra vez, sin que él, ella ni el marido se ruborizasen. (Suetonio, Octavio, cap. LXIX.)

Todavía se conserva una carta de Antonio dirigida a Augusto, concebida en estos términos: «Ita valeas, uti tu, hanc epistolam quum leges, non inieres Tertullam, ant Terentillam, ant Rufillam, ant Salviam Titisceniam, ant omnes Anne, refert, ubi, et in quam arrigas.» No nos atrevemos a traducir lo que dice esa licenciosa carta; pero diremos, sin embargo, que era común en aquella época celebrar escandalosos festines con cinco compañeros de placeres y con seis de las principales damas de Roma. Los amigos de Augusto iban vestidos de dioses y ellas de diosas, y se esforzaban en imitar todas las deshonestidades inventadas por las fábulas.

Casi todos los autores latinos que se han ocupado de Ovidio dicen que Augusto desterró al poeta, que era más honrado que él, por haberle éste sorprendido cometiendo incesto con su propia hija Julia, y que sólo desterró a ésta por celos. Esto es tan probable, que Calígula decía en alta voz que su madre era hija del incesto de Augusto y de Julia; así lo asegura Suetonio en la vida de Calígula.

Sabido es que Augusto repudió a la madre de Julia el mismo día que la parió; y el mismo día robó Livia a su marido, estando ésta embarazada de Tiberio, que fue otro monstruo, sucesor de Augusto.

II

Mientras Augusto estuvo durante algunos años entregado al más desenfrenado libertinaje, su crueldad fue tranquila y reflexiva. Celebrando fiestas y banquetes, ordenó las horribles proscripciones que dejaron recuerdo en la historia. Proscribió sobre trescientos senadores, dos mil caballeros y más de cien padres de familia desconocidos, pero ricos, cuyo crimen consistía en poseer una fortuna. Octavio y Antonio los condenaron a muerte para apoderarse de sus bienes, portándose con ellos como se portan los ladrones en los caminos reales.

Octavio, poco antes de la guerra de Perusa, entregó a sus soldados veteranos el dominio de las tierras que poseían los ciudadanos de Mantua y de Cremona, recompensando de este modo con el robo el homicidio. Es indudable que asoló el mundo, desde el Eufrates hasta el centro de España, un hombre sin pudor, sin fe, sin honor, sin probidad, bellaco, ingrato, avaro, sanguinario, que cometía el crimen con tranquilidad y que en una república bien organizada hubiera muerto en el último de los suplicios, sentenciado por el primero de los crímenes que cometió.

A pesar de todo esto, todavía se admira el gobierno de Augusto, porque Roma gozó durante él de paz, de abundancia y de placeres. Séneca dice de Augusto: «No llamo yo clemencia al cansancio de la crueldad. Créese que Augusto fue benigno cuando no necesitó cometer crímenes, cuando fue señor absoluto y se empeñó en que le creyeran justo; pero en mi opinión, siempre fue más implacable que clemente. Después de la batalla de Actium, mandó que degollaran al hijo de Antonio al pie de la estatua de César, y cometió la barbarie de mandar cortar la cabeza al joven Cesarión, hijo de César y de Cleopatra, después de haberle reconocido rey de Egipto.»

Sospechando en una ocasión que el pretor Galo Quinto se había presentado en la audiencia que él le había concedido con un puñal oculto debajo del traje, mandó que en su presencia le dieran tormento, y le indignó tanto que el referido senador le llamase tirano, que él mismo le arrancó los ojos, si hemos de creer a Suetonio.

Su padre adoptivo, César, fue bastante grande para perdonar a todos sus enemigos; pero no sé que Augusto perdonara a uno solo de los suyos. Hasta dudo que fuera clemente con Cinna. De esa aventura no hablan Tácito ni Suetonio; y Suetonio, que describe todas las conspiraciones que se fraguaron contra Augusto, no hubiera omitido la más célebre. La singularidad de nombrar cónsul a Cinna, en pago de haber cometido la más negra perfidia, debió haber sido notada por los historiadores contemporáneos, y nada dicen de esto. Dión Casio se ocupa de ese hecho tomándolo de Séneca, y el fragmento de éste parece más una declamación que una verdad histórica. Además, Séneca dice que ocurrió en Galia y Dión que sucedió en Roma. Semejante contradicción concluye de quitar verosimilitud a la referida aventura. Ninguno de los historiadores modernos que se han ocupado de historia romana discute ese hecho interesante.

Es posible que Augusto hubiera creído a Cinna sospechoso de serle infiel, y después de haber averiguado su conducta, le concediera Augusto los honores del consulado. Pero no es probable que quisiera Cinna, por medio de una conspiración, apoderarse del poder supremo, no habiendo mandado nunca ningún ejército, no estando apoyado por ningún partido, no siendo hombre importante en el Imperio. No tiene viso de verdad que un simple cortesano se viera acometido por la locura de querer suceder a un emperador que reinaba despóticamente veinte años y tenía herederos. Tampoco es probable que Augusto le hubiera nombrado cónsul inmediatamente después de la conspiración.

Si la rebelión de Cinna fue verdadera, Augusto le perdonó contra su voluntad, instigado por las razones o por las importunidades de Livia, que había adquirido sobre él gran ascendiente, y que, como dice Séneca, le convenció de que le sería más conveniente perdonar que castigar. Como conveniencia política ejerció, pues, Augusto una vez la clemencia; no la practicó por ser generoso.

¿Cómo se puede atribuir a clemencia el que un bandido que se enriqueció y se afirmó en el trono goce tranquilamente de sus rapiñas y no asesine a los hijos de los proscritos que se arrodillan ante él y le adoran? Augusto fue un político prudente, después de haber sido un monstruo. Pero la posteridad no le apellidó nunca «virtuoso», como a Tito, a Trajano y a Antonino. Se introdujo en Roma una costumbre al felicitar a los emperadores cuando ascendían al trono. Esta costumbre fue la de desearles que fueran más felices que Augusto y mejores que Trajano. No es lícito, pues, hoy considerar a Augusto como un monstruo feliz.

Luis Racine, hijo del gran Racine y heredero de parte de los talentos de éste, parece que se olvide de la raza que le engendró, cuando en sus Reflexiones sobre la poesía dice: «Que Horacio y Virgilio mimaron a Augusto, y agotaron su ingenio para envenenarle con sus elogios.» Parece deducirse de estas palabras que los elogios que indignamente le prodigaron estos dos grandes poetas corrompieron el bello natural de dicho emperador. Pero Luis Racine no ignoraba que Augusto fue un hombre perverso, indiferente al crimen y a la virtud, que sacaba provecho de una y otra, que ensangrentó el mundo y lo pacificó, sirviéndose de las armas, de las leyes, de la religión y de los placeres para llegar a ser señor absoluto. Por lo que Luis Racine, al decir las frases anteriores, sólo prueba que Horacio y Virgilio fueron serviles.

www.e-torredebabel.com

lunes, 8 de noviembre de 2010

sábado, 6 de noviembre de 2010

Santander pierde otro de sus símbolos:El Puente del Diablo



El Puente del Diablo o Puente Joráo era una formación natural situada en los acantilados de Cueto, antes de entrar en la bahía de Santander. Su formación se debió al efecto del oleaje sobre la roca caliza, hecho que sucede en bastantes lugares de la geografía cántabra.Estaba protegido como Bien inventariado incluido inmueble.

El área en que se situaba ha sido objeto de estudio en la primera década del siglo XXI por cuanto que funciona de rótula entre las áreas urbanas y rurales de Santander, conservando aún a día de hoy una buena calidad ambiental.

El 5 de noviembre de 2010 la erosión marina acabó con la formación rocosa colapsándolo.


es.wikipedia.org

viernes, 5 de noviembre de 2010

Beatriz Galindo,«la Latina»



Beatriz Galindo, llamada «la Latina» (Salamanca, c. 1465 – Madrid, 23 de noviembre de 1534), fue una escritora y humanista española, preceptora de la reina Isabel la Católica y sus hijos. Fue una de las mujeres más cultas de su época. Hay autores que fechan su nacimiento en 1464 ó 1474.

Beatriz Galindo nació en una familia de hidalgos de origen zamorano, anteriormente acaudalada, venida a menos. De entre sus hermanas, fue elegida para ser monja, para lo que sus padres decidieron que tomase clases de Gramática en una de las instituciones dependientes de la Universidad de Salamanca. Mostró grandes dotes para el latín, no sólo en la traducción y lectura de los textos clásicos, sino que también era capaz, a los quince años, de hablar con gran corrección en latín. Su fama se extendió primero por Salamanca y después por todo el reino y empezó a ser conocida como «La Latina». Le atraía especialmente Aristóteles. En 1486, cuando se estaba preparando para ingresar en el convento como monja, fue llamada por la reina Isabel la Católica a la Corte. El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo describió a Beatriz Galindo como:

...muy grande gramática y honesta y virtuosa doncella hijadalgo; y la Reina Católica, informada d'esto y deseando aprender la lengua latina, envío por ella y enseñó a la Reina latín, y fue ella tal persona que ninguna mujer le fue tan acepta de cuantas Su Alteza tuvo para sí.

Gonzalo Fernández de Oviedo, Batallas y Quincuagenas
Su presencia en la Corte no se limitó únicamente a sus labores como preceptora, sino que, como narra Lucio Marineo Sículo, la reina tenía en muy alta estima sus consejos.

Casada en diciembre de 1491 con el capitán artillero y consejero de los Reyes Católicos Francisco Ramírez de Madrid, boda para la que los Reyes Católicos le dieron una dote de 500.000 maravedíes, tuvo dos hijos, Fernán y Nuflo. Enviudó en 1501, retirándose de la corte y asentándose su residencia en Madrid, el que hoy es el Palacio de Viana.

Se le debe la fundación del hospital de la Latina (1506) y del convento de la Concepción Jerónima en Madrid (al que legó su biblioteca) y se le atribuyen poesías latinas y unos Comentarios a Aristóteles. Escribía poesía en latín y había estudiado teología y medicina.

El barrio de La Latina de Madrid toma su nombre del apodo de Beatriz Galindo, pues fue el barrio madrileño donde vivió. También existen estatuas suyas en Salamanca, su ciudad natal, y en Madrid. En Madrid, en la calle Goya 10, está el Instituto de Enseñanza Secundaria Beatriz Galindo.En Motril, provincia de Granada, también existe un instituto de enseñanza secundaria cuyo nombre es Beatriz Galindo, "La Latina". En Marbella, Málaga, también hay un Colegio de Enseñanza Infantil, Primaria y Secundaria con el nombre de Colegio La Latina. Y en Bollullos de la Mitación, provincia de Sevilla, se encuentra un colegio de educación primaria llamado colegio público Beatriz Galindo. En Salamanca también hay un colegio de educación infantil y primaria que toma el nombre de Beatriz Galindo. Además, un Airbus 340-313x de la flota Iberia, matrícula EC-GUQ, fue bautizado con el nombre de esta humanista.


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jueves, 4 de noviembre de 2010

Marinus:San Jerónimo



Marinus:San Jerónimo.1547.Óleo sobre tabla.Museo Nacional del Prado


Nacido en Flandes a finales del siglo XV, Marinus van Reymerswaele trabajó al tiempo que Quentin Massys, y se vio influido por la pintura alemana del momento, dentro de la órbita del arte flamenco.
Se especializó en retratos de la capa de grandes comerciantes y alta burguesía mercantil de su país, llegando a realizar auténticas sátiras de los banqueros y los usureros. Su pintura alcanzó un gran éxito en España e Italia, donde se la importó con frecuencia. Una de sus obras más conocidas, el Cambista y su mujer, puede admirarse hoy en el Museo del Prado de Madrid.




www.artehistoria.jcyl.es

miércoles, 3 de noviembre de 2010

117 aniversario de la explosión del vapor "Cabo Machichaco"


El día 3 de noviembre de 1893, el buque vizcaíno Cabo Machichaco atracó en el muelle de Santander cargado con 51 toneladas de dinamita en la bodega y depósitos de ácido sulfúrico en cubierta. La normativa sobre mercancías peligrosas venía siendo incumplida sistemáticamente por autoridades y fletadores. A mediodía, se declaró un incendio en el barco que atrajo a las tripulaciones de otros barcos, equipos de extinción, autoridades y curiosos. Poco después se produjo la explosión de la carga. El balance fue de 590 muertos y 525 heridos.
Cabe destacar que en aquel momento había 50.000 censados en la ciudad de Santander. Fallecieron la mayor parte de las autoridades civiles y militares de Santander, incluido el gobernador civil, además de bomberos, trabajadores y curiosos que se habían acercado a observar como ardía el barco.
Además de lo evidente del desastre, que fueron las víctimas mortales y los heridos, las infraestructuras cercanas al lugar de la explosión se vieron dañadas y algunos edificios no resistieron la onda expansiva, la cual destruyó casi todas las casas de la calle Méndez Núñez.
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martes, 2 de noviembre de 2010

El Centro de Estudios Montañeses





El Centro de Estudios Montañeses es una institución cultural fundada en Santander en 1934. Desde diciembre del mismo año fue cronista oficial y entidad asesora en temas patrimoniales de la Diputación Provincial de Santander, siendo en la actualidad cronista oficial de Cantabria. Tiene importantes colaboraciones como entidad asesora de la Consejería de Cultura en materia de patrimonio cultural y heráldica.
Su órgano de difusión cultural es la revista Altamira, cuyo primer número corresponde a abril de 1934. En la actualidad ya han aparecido 76 números, aunque de manera muy irregular, incluyendo el paréntesis de diez años, entre 1935 y 1945, habido como resultado de la Guerra Civil y la crisis económica de la posguerra.

En septiembre de 1934 apareció la primera publicación monográfica La escultura funeraria en la Montaña, fruto de la colaboración de Elías Ortiz de la Torre, Francisco y Fernando González-Camino Aguirre y el marqués de Saltillo. Desde entonces el CEM ha publicado más de cien títulos.

La nómina de presidentes tiene destacadas personalidades de la cultura y de la sociedad de Cantabria. Miguel Artigas y Ferrando, antiguo director de la Biblioteca Menéndez Pelayo y de la Nacional desde 1930, fue presidente del patronato fundador. A partir de entonces han sido presidentes de la Junta de Trabajo los siguientes: Fermín de Sojo y Lomba, Marcial Solana y González-Camino, Fernando Barreda y Ferrer de la Vega, Fernando Calderón y Gómez de Rueda, Joaquín González Echegaray, José Luis Casado Soto, Emilio Herrera Alonso y Leandro Valle González-Torre.

Desde su fundación, las principales figuras de la cultura en Cantabria han tenido vinculación con el Centro de Estudios Montañeses. La Diputación Provincial delegó en él una gran parte, cuando no todas, de las actividades que tuvieran que ver con la historia local o su incidencia en la nacional o universal. La Diputación le cedió unos locales en 1939, que el CEM dedicó a Archivo Provincial, germen del actual Archivo Histórico Provincial.

En 1948 recibió el Premio Virgen del Carmen a las entidades culturales por su contribución a la celebración del VII centenario de la conquista de Sevilla y al milenario de la Armada de Castilla.

En 1957 el Banco de Santander publicó una obra histórica, Aportación al estudio de la historia económica de la Montaña, para conmemorar el centenario de su fundación. Todas las tareas de estudio y edición de la obra fueron encargadas a los miembros del Centro de Estudios Montañeses.

En 1964 respondió positivamente a un informe solicitado por la Diputación Provincial sobre el cambio del nombre de Santander por Cantabria, referido a la provincia.

En 1967, al crearse la Institución Cultural de Cantabria, fue una de las instituciones fundadoras y la que durante más tiempo ha estado vinculado a ella, habiendo asumido en la actualidad algunas de las funciones que aquella tuvo.

En 1974 celebró sus primeros cuarenta años con una semana de conferencias que fueron celebradas en el salón de actos de la Diputación y posteriormente publicadas en dos volumenes.

En 1998 el Centro de Estudios Montañeses fue el encargado de organizar la Asamblea anual de la Confederación Española de Centros de Estudios Locales (CECEL).

Durante algunos años se celebraron ciclos de estudios históricos, pero actualmente esta actividad ha desaparecido del proyecto anual del CEM.

El actual presidente, Leandro Valle González-Torre, fue elegido en 1996.

Tras un largo periplo por varios locales de la ciudad de Santander, dependiendo siempre de la voluntad del Ayuntamiento o de la Diputación, en la actualidad está situado en la calle Gómez Oreña 5, 3º de Santander. El edificio fue construido en 1935 por el Ateneo Popular de Santander, según proyecto de su presidente, el arquitecto Deogracias Mariano Lastra.

En la actualidad el edificio es propiedad del Gobierno de Cantabria, que lo destina a sedes del Centro de Estudios Montañeses y del Ateneo de Santander.

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