José Ramón Márquez, http://salmonetesyanonosquedan.blogspot.com.es
Por fin una corrida de toros en la Feria de Santiago de Santander. Después de los simulacros de los días precedentes tuvo que venir Victorino a Cuatro Caminos para volver a poner en claro la razón de ser de la Fiesta, para recordar que ésta es la Fiesta del toro, que no del torero, y así fue reivindicada una tarde más por los cárdenos de Albaserrada, esa capa cárdena que aquí, en la Montaña, trae el recuerdo de la capa de las Tudancas, el ganado más elegante que existe en el mundo después del de lidia.
Antes hay que decir, ahora que nos marean con la cubrición de Las Ventas que Dios confunda, que la Plaza de Cuatro Caminos y la Plaza de Toros de Sevilla (no se debe decir Maestranza, que eso es cosa de madrileños), son las dos Plazas mejor cuidadas del planeta de los toros. Produce envidia ver esta centenaria Plaza de Santander tan extremadamente pulcra, tan bonita y repintada, tan coqueta, al compararla con la inmundicia de Las Ventas, tan sucia y descuidada, aunque al parecer todo se solucionará con la cubierta, porque al no caer agua a la forja, ya no aparecerá nunca más el orín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario