YO soy mucho de la Montaña. Soy de la Montaña de toda la vida. De la mar de Castilla. De la que crió a media España con el Pelargón que Nestlé hacía en La Penilla. Soy de la Montaña del sobao pasiego.La que inventó la emigración antes que nadie y eso de los emprendedores antes que existiera tal palabra. Hablo de la Montaña de los montañeses de Sevilla y de los chicucos de Cádiz. La de los jándalos que se vinieron a trabajar a Andalucía con pantalón corto, se pasaron la vida detrás del mostrador de un almacén de ultramarinos o de una tienda de comestibles, durmieron debajo de ese mismo mostrador sin quitarse el babi de crudillo, ahorraron y cuando tuvieron un dinero se establecieron como comerciantes, con tiendas que pregonaban poemáticos nombres en recuerdo de su tierra: El Valle del Pas, La Flor de Toranzo, La Gloria de Villacarriedo. Esa es mi Montaña, qué Cantabria ni Cantabria.ANTONIO BURGOS.

jueves, 2 de agosto de 2012

Jean Leon/Ceferino Carrión: El dulce sabor del sueño americano de un cántabro


Por HANK66
Llegó a Estados Unidos de polizón en un barco. No tenía nada, solamente sus sueños y una determinación a prueba de bomba. En menos de 20 años regentaba el restaurante La Scala, en Beverly Hills, y había fundado una bodega que iba a producir vinos de fama mundial.

Jean Leon, apurando el vino como apuró la vida
Se llamaba Ceferino Carrión, un nombre que, a priori, no hacía prever el glamour que rodearía a nuestro héroe. La casa de su familia en Santander fue bombardeada en 1941, dejándoles en la ruina. La familia Carrión se vió obligada a trasladarse a Barcelona. Sin embargo, no fue esa la peor desgracia de ese año. Durante el mes de julio de 1941, el barco en el que viajaban su padre y su hermano mayor, un héroe para el joven Ceferino, fue torpedeado. No hubo supervivientes. El golpe fue duro, pero Ceferino lo era más todavía. Con apenas 19 años, cogió su maleta y se marchó solito a Paris. Desde ahí, al puerto de Le Havre, donde intentó hasta siete veces embarcar como polizón rumbo a Estados Unidos. A la octava fue la vencida, y Ceferino llega a Nueva York.

A partir de aquí es difícil seguirle la pista a nuestro héroe. Al parecer, consiguió empleo como lavaplatos en un restaurante de Nueva York, pero su situación de "sin papeles" le impulsa a marchar a la Costa Oeste. Llega a Beverly Hills en 1950. Aquí difieren las versiones. Unos dicen que se hace ciudadano americano y que el ejército lo llama a filas para luchar en Corea. Otros, que se alista en el Ejército para ser ciudadano americano. También cuentan las malas lenguas que Ceferino se escapó de varios campamentos de instrucción para no entrar en combate. Sea como fuere, a los dos años de su alistamiento, tenemos a Ceferino Carrión de vuelta en Beverly Hills, y además transmutado en Jean Leon, nombre que le daba una pátina de elegancia y glamour.

La suerte comenzaba a cambiar para nuestro flamante Jean Leon. Encuentra trabajo como camarero en Villa Capri, restaurante propiedad de Frank Sinatra y Joe DiMaggio, estrella del beisbol y efímero segundo marido de Marilyn Monroe. Una noche, los dos abren a patadas las puertas de un hotel, buscando a un supuesto amante de la actriz. La actriz no estaba, pero parece ser que hubo intercambios de golpes con el hombre que ocupaba la habitación. Este denunció a los dos gallitos, y Jean Leon se brindó a proporcionarles una coartada, declarando que los dos habían estado en el restaurante toda la noche. Parece ser que este turbio asunto le brindó la amistad eterna de "La Voz" y le facilitó el acceso al mundo del más puro glamour hollywodiense.

Jean Leon hizo buenas migas con James Dean. Entre los dos planean abrir un restaurante en Beverly Hills. James Dean aportaría el parné, y Jean Leon su experiencia en el mundo de la hostelería. Unos días antes de la firma del contrato y de la apertura del local, James Dean muere. Otro golpe, y otra demostración de empuje y determinación de Jean Leon. Sigue adelante con el proyecto, pide dinero prestado, y en abril de 1957 abre La Scala, en pleno centro de Beverly Hills. El restaurante pronto se convierte, gracias al carácter jovial de Jean Leon y a sus contactos en el mundillo, en punto de encuentro de los más conocidos actores de Hollywood. Protegida su intimidad por el dueño, que no toleraba paparazzis ni periodistas en las puertas del local, y admirados por la calidad de su comida, de tipo mediterráneo con marcada influencia italiana, allí acuden Frank Sinatra, Dean Martin, Humphrey Bogart, Bette Davis, Natalie Wood, Billy Wilder, Paul Newman, Lana Turner, Grace Kelly, y muchos otros. Como curiosidad, Jean Leon llevó la cena a casa de Marilyn Monroe la noche antes de su muerte, por lo que fue una de las últimas personas que la vió viva. También se dice que muchas estrellas aceptaban comer en la cocina del restaurante si estaba demasiado lleno, antes que marcharse a otro lugar.

Jean Leon había triunfado, pero el hombre seguía inquieto. No encontraba el vino ideal para servir con sus platos, y decidió fabricárselo él mismo. La segunda parte de la leyenda comienza aquí. Jean Leon viaja por Europa buscando el sitio idóneo para montar una bodega que produjese un vino digno de sus clientes. Al final acaba en Cataluña, en la localidad de Torrelavit, en el corazón del Penedés. Compra 150 hectáreas de terreno y hace algo que sorprende y escandaliza a los tradicionales viticultores de la zona: arranca todas las cepas autóctonas. Acto seguido, viaja a Francia y obtiene cepas de viña francesa de variedades no cultivadas en España (unos dicen que pagándolas a precio de oro, pero en el documental "3055 Jean Leon" se habla de una incursión nocturna en unas viñas francesas, en fin, otro asunto no muy aclarado). Vuelve a Cataluña con las preciadas cepas de Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Merlot de prestigiosas bodegas francesas, y planta las nuevas vides. Finalmente, se construye la bodega, se pone en manos de su compinche en temas vinícolas, el prestigioso enólogo Jaume Rovira (recientemente jubilado, aunque todavía supervisa la elaboración de los vinos) y en 1969 nace el primer Cabernet Savignon elaborado en España. En 1993, la revista Wines elige su Cabernet como uno de los 10 mejores vinos del mundo. El impulso definitivo a su vino se produce en 1981, cuando el presidente electo Ronald Reagan elige vinos Jean Leon para ser servidos en los festejos de su investidura.

Jean Leon murió de un cáncer de laringe en 1996. Apuró los últimos momentos de su vida viajando con su barco por Tailandia, tras pedir que sus cenizas fueran esparcidas por el Pacífico.

Ésta fue, a grandes rasgos, con algunos claroscuros y puntos turbios, la vida de Jean Leon, soñador, seductor, amigo de las estrellas del cine y también amigo, a través de su vino, de todos aquellos que en algún momento hemos alzado nuestra copa para recrearnos con la calidad de sus maravillosos caldos. Hoy, aunque en manos de otro gigante del vino, Miguel Torres, la leyenda de sus vinos continúa.

Para más información, se puede intentar conseguir el libro "Jean Leon. El Rey de Beverly Hills", de Sebastián Moreno o el documental de Agustí Vila "3055. Jean Leon"

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